La carencia de este elemento es un tema recurrente a nivel mundial, pero Chile cuenta con cerca de cinco mil kilómetros de mar ¿La estaremos aprovechando bien?
Cuando se habla de desalinización del agua, lo primero que se nos viene a la mente es una gran planta industrial sumamente compleja y tecnológica, que requiere de una gran inversión y de muchos especialistas extranjeros para que funcione, ya que tendemos a asociar que en Chile no existen estos tipos de avances.
Contrario al pensamiento popular, nuestro país es pionero en desalinización de agua de mar. Está debidamente documentado que una de las primeras plantas de América se instaló en Antofagasta en 1882 y abasteció a toda la población de esa ciudad por años. De hecho, hay en Chile empresas como Vigaflow especializadas en el acondicionamiento, purificación y reutilización de agua mediante el uso de tecnologías limpias tales como osmosis inversa (desalinización), ultrafiltración, filtración e intercambio iónico, entre otras.