25 de enero de 2018

5 hábitos sencillos que te ayudarán a cuidar del planeta


Aunque las opiniones con respecto al impacto ambiental causado por los seres humanos es diverso, resulta evidente que muchas de nuestras acciones y decisiones no han sido las mejores para preservar la vida de muchas especies animales y vegetales, o de mantener la pureza del aire.

Si eres de las personas que creen en lo orientalista, sabrás que según el karma, toda acción tiene una consecuencia. Pero no es necesario que creas en el karma, pues nuestra propia vida y nuestras experiencias nos han enseñado que en efecto, cada cosa que hagamos tendrá un efecto, negativo o positivo para otras personas, o para nosotros mismos, y el planeta no se encuentra exento de esto.


En muchas ocasiones hemos realizado acciones que tienen repercusión en nuestro planeta, o en los seres que lo evitan. Pero descuida, no por ello debes sentirte mal, pues muchas veces lo hemos hecho sin conocimiento de las consecuencias, y una vez no será nada grave. Lo más importante es tomar conciencia, realizar acciones para corregir o mejorar la situación y motivar a otras personas para que también ayuden a mejorar la situación.

Si más personas ponen en práctica estos sencillos hábitos, podríamos contribuir a cuidar del planeta

1. Lleva siempre un recipiente con agua
Si vives en una ciudad o país donde una botella de agua sea accesible, seguramente será preferible para ti comprar una cada vez que tengas sed, en lugar de salir de casa con un recipiente con agua.

Llevar siempre un recipiente con agua no solo tiene excelentes beneficios para nuestra salud, pues nos permite recordar que debemos tomar más agua y efectivamente poder hacerlo. Pero además, el no comprar y desechar tantos recipientes plásticos podría, eventualmente, ser beneficioso para nuestro planeta.

Es recomendable que elijas un recipiente especialmente creado para llevar agua, como los que se suelen llevar al gimnasio, pues aún existen debates con respecto a los químicos con los que son fabricados los recipientes plásticos; y aunque en principio el reusarlos no debería causar daños a nuestra salud, es mejor ser precavidos.

No obstante, sin importar el tipo de recipiente que decidas usar, la medida más importante a tomar en cuenta es lavarlo cada día, y cuidar que no tenga ninguna grieta, así como evitar que esté en contacto con superficies sucias; de esta forma, tendremos un recipiente limpio con agua para nuestra salud, y disminuiremos la cantidad de recipientes plásticos arrojados al ambiente.

2. Evitar vestir prendas hechas con piel
Existen diversas prendas de vestir fabricadas con piel de diversos animales, y que tienen bastante popularidad, por considerarse a la moda o fashion, además de ser considerablemente más costosas.

Aunque el proceso para obtener la piel podría haber pasado por regulaciones, no deja de ser un hecho que animales son sacrificados para alcanzar el acabado deseado.

Pero, si pensamos de forma pragmática y más consciente, podríamos llegar a la conclusión de que simplemente no es necesario comprar ropa fabricada con piel, pues existen diversas alternativas hechas con materiales sintéticos, cómodas, de buena calidad y probablemente mucho más económicas.

Los cavernícolas vistieron pieles con los animales que cazaban para protegerse del frío, pero esta era una situación completamente diferente, donde la cacería era fundamental. Pero, con tantas alternativas, lo mejor es que tomemos la menos dañina para nuestros seres vivos.

3. Reutiliza las bolsas
En la actualidad existen muchas iniciativas para la fabricación y distribución de bolas totalmente biodegradables, como sustituto a las bolsas plásticas, que podrían tardar décadas para finalmente descomponerse.

Sin embargo, las bolsas plásticas biodegradables no han sido totalmente adoptadas, variando de acuerdo al país. Por lo que las alternativas predominantes continúan siendo las bolsas de plástico no-biodegradables y las bolsas de papel.

Con respecto a las ventajas de las bolsas de papel. Es cierto que estas tardan muchísimo menos en degradarse que las de plástico (aproximadamente un mes), la cantidad de recursos naturales, como los árboles y el agua, tampoco las hacen una buena opción.

En algunas ciudades existe la iniciativa de incentivar a los consumidores a reusar sus bolsas, por ejemplo, teniendo que pagar por otra en un supermercado si olvidan llevar la suya. Pero esto no es necesariamente efectivo, existiendo muchas personas que olvidan constantemente llevar sus bolsas, o que no tienen problema con pagar la pequeña suma.

Una de las mejores alternativas son las bolsas de tela, las cuales han ganado popularidad, y que ofrecen las mayores ventajas, pues son amplias, resistentes y están hechas para ser usadas muchas veces. Además, hay que admitirlo, sus diseños no son siempre los más atractivos, por lo que representan una excelente idea para un negocio ecológico.

No obstante, si las bolsas de tela no son reusadas una cantidad suficiente de veces, tampoco aportarán una ayuda significativa. Por lo que recuerda siempre, cualquiera que sea el tipo de bolsa que elijas, lo más importante es que sea reusada tantas veces como puedas, y concientizar a quienes te rodean para que hagan lo mismo.

4. Ve pedaleando
Existen diversas ciudades del mundo amigables para los ciclistas, y con un excelente servicio de transporte público, que reduce considerablemente la necesidad de utilizar un carro todo el tiempo.

Dependiendo del país o la ciudad en la que vivas, un carro será más o menos necesario, y la adquisición de un carro eco-amigable puede ser muy difícil o imposible. Pero las bicicletas suelen ser una opción viable y accesible en casi todo el mundo.

Por supuesto, en un país con calles en mal estado, o con poco control en la circulación de los vehículos, utilizar una bicicleta podría ser peligroso, por lo que deberías evaluar la seguridad de utilizar una bicicleta como principal medio de transporte.

Pero también existe la posibilidad del transporte público, especialmente si tu ciudad tiene uno eficiente y accesible. Pues más personas se transportarán en un mismo vehículo, por lo que consumirán menos combustible y habrá una menor emisión de dioxido de carbono.

Por último, si tienes más tiempo, el clima es agradable, o tienes suficiente tiempo, no dudes en ir caminando. De esta forma te mantendrás activo, y al igual que yendo en bicicleta, ¡Cuidarás del planeta!

5. No botes, regala
Dependiendo del país en el que vivas, será más o menos común ver productos de diversos tipos, como decorativos, electrónicos, etc; desechados en la basura o en la calle, y que no siempre son reciclados.

Si vas a deshacerte por completo de algo, primero asegúrate de que realmente no te servirá nunca más, y luego, busca organizaciones, instituciones o personas que podrían necesitar lo que vas a botar. Si no consigues en tu país, podrías descubrir en internet países que lo necesitarán.

Por ejemplo, empresas o instituciones públicas o privadas podrían deshacerse de equipos de computadora, que serían enormemente beneficiosos para estudiantes y personas en países de África, Latinoamérica, o cualquier país en el mundo en condiciones menos favorables.

De esta forma, no solo evitarás botar algo que tardará años en degradarse, sino que podrías brindarle un futuro mejor a personas que lo necesiten con algo que ya fue suficientemente útil para ti y que ya no necesitas.

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