La industria de los electrodomésticos ha variado mucho en los últimos años, especialmente por su rápida adaptación al concepto de eficiencia energética.
El cambio de hábitos en las personas ha sido un factor esencial en el desarrollo de artefactos de uso domestico, ya que poco a poco se van olvidando las costumbres derrochadoras, ya sea por una conciencia medioambiental, o por un tema económico.
El etiquetado de consumo de estos artefactos ha resultado de gran ayuda a la hora de elegir un electrodoméstico, ya que paso de ser una característica más a ser una prioridad para los consumidores.
La nueva era de estos equipos ya integra conceptos que van más allá de su consumo, sino también consideran los materiales con los cuales están construidos, además del impacto que han causado en todo su proceso de fabricación, y por supuesto, el impacto que causaran una vez que sean desechados. Este ultimo punto tiene mucha importancia, ya que esta ligado directamente a la calidad y vida útil del artefacto, algo que muchas veces olvidamos y no consideramos a la hora de evaluar el producto a comprar.
Por supuesto que un electrodoméstico de clase A (más eficiente) tiene un mayor costo, pero en el largo plazo, siempre será más conveniente que comprar uno de menor calidad y de mayor consumo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario