10 de febrero de 2011

Turismo Sustentable: Una Estrategia de Desarrollo Local, Regional y Nacional


Como todo sector productivo y comercial el turismo debería tender a considerar la sostenibilidad como el modelo de desarrollo a seguir en el corto y mediano plazo. Más aun cuando “el producto” que genera los ingresos y las oportunidades de negocio y progreso es el mismo que se ve afectado al implementar un plan de “explotación turística” a corto plazo. Suena contraproducente, y de una visión en extremo cortoplacista, pensar que una mala gestión turística puede literalmente “matar la gallina de los huevos de oro” produciendo “pan para hoy y hambre para mañana”.

Sin embargo, esta realidad no es muy lejana a la de otros sectores vinculados a la explotación de recursos naturales, en los cuales el manejo sostenible aún no encuentra un espacio con vías a perpetuar una oportunidad para las generaciones venideras. Pensar hoy en el turismo sostenible conlleva los mismos desafíos, complejidades y paradigmas asociados al modelo de desarrollo sostenible en su dimensión integral. Es por esto que conceptos tan familiares como el ecoturismo, el turismo aventura, el etno turismo, el turismo rural y otros nos sugieren una imagen distorsionada de la sostenibilidad, principalmente ligada al contacto con la naturaleza, al entorno cultural y social. Debemos entonces preguntarnos ¿cuántos de ellos realmente recogen la dimensión ambiental, social y económica en sus productos y ofertas?.

El Turismo Sostenible tiene como gran tarea constituirse en una estrategia capaz de salvaguardar y respetar el patrimonio natural y cultural, promover y fortalecer el desarrollo económico local y por sobre todo fomentar e integrar la participación de actores locales en su modelo de gestión. Es por esto que debe ser considerada como una estrategia de desarrollo local, regional y nacional y entregar los lineamientos generales a la amplia oferta turística disponible y transformarse en el gran plan maestro que guíe el desarrollo turístico en sus distintas escalas, e incorporarse dicho sea de paso, en la política pública (servicios nacionales y regionales de turismo) y privada (cámaras y asociaciones turísticas).

En el emergente mercado turístico el éxito o el fracaso del negocio y sus oportunidades de desarrollo asociadas, podría estar determinado por la simple decisión de optar o no por el modelo de sostenibilidad, ya que si duda en un futuro cercano la demanda mundial apuntará a contar con servicios cada vez más amigables con el entorno social, cultural y ambiental, y además con un fuerte componente de desarrollo económico local. Estos factores sin duda serán determinantes y repercutirán inevitablemente en la imagen de marca, en la reputación del producto ofertado y de la contribución real que empresa ofertante pueda ofrecer en el contexto del desarrollo local.

La creciente demanda de servicios turísticos amigables con el medio ambiente y socialmente justa parece ser la tendencia en la presente década, por lo cual la orientación y el modelo a optar por el mercado del turismo en los próximos años será determinante para el desarrollo del sector, con el fin de que en este “negocio” todos puedan participar y ganar por muchas generaciones más.

Por Winko Franz,
Jefe del área Gestión Ambiental Participativa de Fundación Casa de la Paz

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