12 de junio de 2017

Consejos para reducir tus emisiones de gas invernadero

No cabe duda que el calentamiento global está latente, y que la temperatura va en aumento cada día. Lamentablemente, muchas especies animales y vegetales se están extinguiendo. El ascenso del mar y el derretimiento de los glaciares han sido las consecuencias más visibles en los últimos años.


Los gases de efecto invernadero son los principales causantes de estos daños ambientales. Pero, ¿qué son?

Sencillamente, son aquellos gases naturales y de emisión humana que se forman en la atmósfera. Estos son capaces de absorber la radiación solar, lo cual provoca que el calor aumente y se retenga en la atmósfera.

Aunque cualquier gas pueda contribuir con el efecto invernadero, somos los humanos quienes hacemos más daño y ni nos damos cuenta. Si quieres poner tu granito de arena para combatir el calentamiento global al reducir tus emisiones de gases, aquí van algunos consejos:


1. Determina cuánto carbono liberas
Se le llama huella de carbono a todo el carbono que una persona es capaz de liberar a la atmósfera a través de sus actividades diarias, como conducir, fumar, y comer. Aunque parezca imposible determinar cuánto carbono liberas, existe una calculadora de la huella de carbono que te ayuda a hacerlo.

2. Reduce tu huella de carbono
Una vez que determines tu huella de carbono, quedarás sorprendido de las cantidades que puedes liberar. Pero lo importante aquí ya no es lo que liberas, sino tu interés en reducir el daño en pro de la conservación del ambiente. Si no puedes dejar por completo la carne, entonces dedica algunos días de la semana a no consumirla. Esta medida, en definitiva, reducirá tus emisiones de metano.

3. Cambia tu estilo de vida
Aunque al principio te sientas tan diminuto como para poder impactar positivamente el ambiente, no te sientas así, porque en realidad es grande lo que haces. Si la mayoría de la población mundial pensara como tú, ¿te imaginas lo diferente que sería el planeta que actualmente habitamos?
Si estás dispuesto a cambiar tu estilo de vida, de seguro muchos más querrán copiarte. ¡Vas por el buen camino!

4. Evita usar el automóvil
Evidentemente, sería imposible dejar de conducir permanentemente. Sin embargo, puedes reducir el uso de tu automóvil considerablemente al tomar el transporte público, compartir el automóvil con más personas que tengan la misma ruta, usar la bicicleta y caminar.

Recuerda que los automóviles son unos de los principales causantes del calentamiento global, desde su fabricación hasta el simple hecho de conducirlos. Por ello, debes usarlos conscientemente y mantenerlos en un estado óptimo para que no terminen emitiendo más carbono de lo normal.

5. Ahorra energía
El hecho de darle menos uso a las cosas que funcionen con electricidad, reducirá considerablemente tu huella de carbono. Desenchufa los equipos cuando no los estés usando, ya que por más que estén apagados seguirán consumiendo energía. Durante el día, abre las ventanas y aprovecha la luz natural, además apaga el televisor y el ordenador cuando ya no los necesites.

Invierte en electrodomésticos que ahorren energía, como lavadora, refrigerador, estufa, horno y microondas.

6. Reduce el consumo de carne
La industria ganadera tiene más impacto negativo en la atmósfera que los mismos automóviles. La energía que usa para producir la comida de alimentar a los animales, la cría en sí, el procesamiento y el transporte de la carne es casi incalculable. Lo mejor es que reduzcas su consumo, y si es posible lo reemplaces por la carne de pollo.

Compra la carne directamente de las granjas locales, ya que estas no emiten tanto metano como las industrias de carne, y además los animales tienen una vida prácticamente libre y saludable.

7. Consume productos locales
Los productos locales no emiten ningún tipo de gas para transportarlos, por eso son tu mejor opción para reducir tu huella de carbono. Al consumir este tipo de productos, no solo contribuirás a la conservación del ambiente, sino que ayudarás a las empresas y microempresas de tu comunidad.

No olvides llevar tus bolsas ecológicas cada vez que vayas a hacer tus compras, esto te permitirá elegir productos más frescos que no vengan envasados y, por supuesto, evitar usar esas dañinas bolsas plásticas. Recuerda reutilizar y reciclar lo más que puedas, y si es posible prepara una composta en casa.

¡En tus manos está el poder de ser más amigables con el medio ambiente!

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