Vivimos en Chile, quizás uno de los países más “parrilleros” que existen. Prendemos la parrilla para los cumpleaños, para el año nuevo, para los partidos de fútbol y la infaltable temporada de parrillas domingueras que se inician con bombos y platillos en nuestras fiestas patrias, dando al mimos tiempo la bienvenida a la bendita primavera que permite aprovechar el buen clima para tirar un buen lomo, entrañas, longanizas de Chillán y una serie de diversos y sabrosos interiores.
Al 2009, Chile tenía un consumo per cápita de 81,3 Kg de carne ( Fuente: ODEPA), una cifra muy alta y similar a la de los países desarrollados, en contraste con los países en desarrollo, donde el promedio alcanzaba los 33 Kg per cápita. Dado el crecimiento económico que ha tenido este país en los últimos años junto con los buenos resultados que ha tenido nuestra selección de fútbol, probablemente esta cifra siga en aumento.
Sin embargo, muchos no conocen lo que el consumo de carne implica en distintos aspectos de nuestras vidas. Ya es más que sabido como afecta a nuestra salud su consumo excesivo, pero entrar a analizar lo anterior le compete más a los médicos expertos en nutrición, además que apelar a este argumento para cambiar actitudes no le hace mucho sentido a los que nos encanta una buena carne asada, asi como a los que aún siguen fumando o tomando, a pesar del daño que esto causa.
Hay otros aspectos del consumo de carne que en general no son conocidos por la gran mayoría de las personas, o más bien no se han sentado a analizar todo lo que hay detrás de su producción, tanto desde el aspecto ético como de su impacto en los recursos naturales y el equilibrio ecosistémico de nuestro planeta.
La humanidad ha ido creciendo de manera acelerada desde el descubrimiento de los combustibles fósiles. Gracias a estos combustibles ( carbón, petróleo, gas) la población pudo pasar de aproximadamente 1.000 millones de habitantes en el año 1800 a los 7.000 millones durante el 2012. Dado lo anterior, son los propios combustibles fósiles los cuales han podido sustentar a un excedente de 6.000 Millones de habitantes que sin ellos jamás hubiesen podido prosperar. Gracias a estos hidrocarburos, se han podido desarrollar las tecnologías necesarias para alimentar a esta cantidad de personas. Se pudieron crear tractores para arar la tierra, camiones y barcos para transportar alimentos desde otras partes del mundo y que llegan casi por arte de magia a nuestras mesas biajando cientos o miles de kilómetros. Del mismo petróleo provienen una serie de fertilizantes químicos que permitieron aumentar el rendimiento de las tierras para la producción agrícola, hoy destinada principalmente al consumo para alimentación animal.
Grandes superficies de bosques siguen siendo taladas para satisfacer la demanda de carne mundial. El tamaño de una cancha de fútbol es talado en los bosques tropicales cada 4 segundos con fines agrícolas, ganaderos y forestales. Todo lo anterior está ejerciendo una tremenda presión en los recursos naturales del planeta, afectando la biodiversidad y el equilibrio natural de nuestro planeta.
El sector ganadero representa cerca de un 18% de los gases de efecto invernadero totales, superando incluso al sector transporte a nivel mundial. Además la ganadería es la principal causa de degradación de suelos y de uso de recursos hídricos ( FAO 2006).
Como referencia, de acuerdo a la Water Footprint Network, producir un kilo de carne de vacuno o res requiere de 15 mil litros de agua. Esto es muchísima agua si consideramos que al 2010 se produjeron 228 Millones de toneladas de carne en el mundo y que está cifra debiera duplicarse al 2050. ( FAO, 2010).
El recurso hídrico se va a convertir en unos de los principales problemas para la humanidad en las próximas décadas (siendo ya un bien escaso) esto se agravará aún mas con los efectos que está teniendo el cambio climático en el aumento de sequias en distintas zonas.
Entonces podemos resumir los principales problemas que genera la producción de carne ( generada por la demanda de carne) :
- Es uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero causante del cambio climático.
- La producción ovina es el mayor emisor de metano a nivel mundial, un gas de efecto invernadero 25 veces más intenso que el propio CO2 en términos de potencial de calentamiento global.
- Es la principal causa de deforestación de bosques del planeta ( tanto para el pastoreo como para la producción de alimento animal)
- Es el alimento que requiere mayores recursos hídricos para su producción.
El punto 3 es tremendamente delicado ya que el efecto es doble, al talar bosques estamos disminuyendo el principal capturador de carbono natural del planeta que son los bosques. Al talarlos a este ritmo se están liberando millones de toneladas diarias de C02 a la atmósfera. Como dijimos anteriormente, miles de especies son desplazadas al destruir su hábitat, siendo este punto la principal causa de amenaza de extinción de las especies actualmente en peligro.
Y desde el punto de vista ético, destinar millones de hectáreas para producir alimentos vegetales para alimentar a estos animales en vez de utilizar estas mismas hectáreas para producir alimentos vegetales para alimentar a millones de personas en situación de hambre en el mundo cobra mayor relevancia en el entendido de que la carne es cara y no son muchos los que tienen acceso a ella ( lo que explica porqué son los países más desarrollados los que tienen las mayores tasas de consumo de carne per cápita). Está situación se está agravando aun más por la demanda de tierra para producción de biocombustibles, lo que hará subir aun más los precios de la carne.
Otro tema a parte tiene que ver con el sufrimiento animal y las condiciones denigrantes en que viven los animales confinados en granjas de producción intensiva. La situación en estas granjas es realmente preocupante, donde los animales casi no se pueden mover por el reducido espacio y el confinamiento. Son alimentados prácticamente a la fuerza, son tratados con todo tipo de antibióticos y claramente tienen una calidad de vida realmente denigrante, pariendo incluso en las mismas jaulas donde se alimentan y defecan. Esto no es un mito, esto es una realidad y existen varios documentales donde pueden enterarse de esta situación. Todo para satisfacer nuestra innecesaria “necesidad” de disfrutar un sabroso filete de res.
Hace ya varios años que asumí un compromiso con este planeta. Me ha costado muchísimo dejar de consumir carne como lo hacia anteriormente, soy un amante de las parrilladas y del ambiente que se genera alrededor del carbón encendido. Pero satisfacer este gusto tiene un impacto demasiado grande en el planeta. Mi pequeño aporte ha sido disminuir mi consumo de carne cerca de un 80%. Dejé de comprar todo tipo de carne y derivados como el jamón en las compras de supermercado mensuales (tengo un especial aprecio por los porcinos, son tan o más inteligentes que un perro, por lo tanto no merece que lo devoremos!) He acotado mi consumo de carne a algunas juntas especiales o a invitaciones a comer donde no puedes rechazar lo que te prepararon. He tratado de convertirme en vegetariano muchas veces, pero me ha sido imposible. El punto está en que si todos reducimos nuestro consumo de carne de esta manera sin convertirnos en veganos o vegetarianos, le estaremos dando un respiro tremendo al planeta, un alivio a las miles de especies que se ven afectadas y una liberación de recursos naturales para destinarlos a fines más nobles como la conservación, la alimentación de los países más pobres y el mejoramiento de la calidad de vida animal.
Hagan el esfuerzo de bajar su consumo de carne, en verdad se sentirán muy bien consigo mismos, y se darán cuenta que no es tan difícil hacerlo. Fíjense pequeñas metas y verán como baja su consumo , como aumenta tu bienestar humano, y como mejoran tus finanzas! Todo por una tremenda causa que es construir un mundo mejor para todas las especies que la habitan.
Por Felipe Sepúlveda
Director ejecutivo de Carboneutral S.A. Consejero general de la comisión de medio ambiente y cambio climático de la fundación Nuevos Líderes. Montañista, fotógrafo autodidacta de naturaleza, y budista zen.
1 comentario:
Excelente!!! Me encantó el enfoque que le has dado a este tema. Lo he compartido con mis amigos y familiares, para aportar granito a granito con la conservación de nuestro planeta.
Saludos!
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