Construir una vivienda saludable, eficiente y sostenible a partir de materiales naturales, energéticamente eficiente y respetuosa con el medio ambiente ya no es imposible y cada vez hay mas opciones para hacerlo. Ahora se puede construir una vivienda sostenible donde se aprovecha el sol, el agua o el viento, y siempre manteniendo como prioridad el confort de nuestra casa.
Muchas veces pensamos que la construcción sostenible implica un precio mayor al de la construcción tradicional, pero lo cierto es que la realidad es muy distinta, e incluso dependiendo de los materiales elegidos puede resultar más económica, esto sin considerar los ahorros posteriores, en gasto energético, agua y otros.
Resulta increíble pensar que se la mayoría de las viviendas de hoy se construyen de una forma en que se derrochan recursos tan valiosos como el agua y energía, además de alterar el entorno natural.
También se deben considerar algunas sustancias potencialmente tóxicas para nuestra salud que se utilizan comúnmente en la construcción tradicional, por lo que debemos conocer desde la pintura hasta otros materiales de construcción, como el cemento o asfalto. Y de esta forma evitar todos aquellos elementos que pueden tener un impacto negativo en nuestra salud y el medio ambiente.
La bioconstrucción tiene como base crear un entorno sano y ecológico, por lo que es recomendable recurrir a formas de construcción más artesanales, incorporando piedras, tierra y madera u otros elementos de reciclados del lugar sin arruinar los ecosistemas. Sus principios básicos son el ahorro de energía, la reducción de la contaminación, evitar los materiales tóxicos y maximizar el reciclaje.
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