El sábado pasado, muy temprano en la madrugada, terminó la COP 16 en Cancún, tras intensas negociaciones diplomáticas y un fuerte liderazgo de la Ministras de Asuntos Exteriores de México, Patricia Espinosa. Nacieron así los Acuerdos de Cancún, un paquete equilibrado de decisiones adoptado por los presentes.
Estos acuerdos entregan una base significativa para asegurar un tratado global ambicioso. El entusiasta aplauso de las delegaciones asistentes (con la excepción de Bolivia, la única que objetó el texto) en la sesión plenaria final destaca cómo esta cumbre logró desterrar el fantasma de Copenhague e incrementar la confianza de todas las partes involucradas en el proceso de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC). El enfoque mexicano de centrarse en áreas de acuerdo en lugar de buscar un ambicioso tratado legalmente vinculante; la insistencia en la transparencia y el constante ánimo positivo, hizo más difícil que surgiesen reclamos por parte de los escépticos y pesimistas.
El hecho de que en esta oportunidad los delegados hayan tenido la voluntad de asumir un compromiso, sugiere que se han aprendido las lecciones en torno al tema durante los últimos 12 meses y que las esperanzas de que las futuras instancias de diálogo tengan resultados exitosos no son poco realistas. En los próximos 12 meses será necesario que se adopten decisiones en torno a asuntos difíciles, incluyendo el estatus legal de cualquier nuevo acuerdo sobre cambio climático; el cumplimiento del segundo período de compromisos del Protocolo de Kyoto; y el establecimiento de mecanismos para negociar reducciones aún más profundas. Será necesario trabajar mucho más para prepararnos para la siguiente rueda de diálogos sobre cambio climático en Sudáfrica. Pero los avances y compromisos logrados en Cancún, así como la renovada confianza en el proceso de la CMNUCC, mantienen las esperanzas vivas para lograr alcanzar un acuerdo global ambicioso.
Elementos de los Acuerdos de Cancún:
-Compromiso de todos los países de reducir sus emisiones para limitar el aumento de la temperatura global en no más de 2ºC, además de la realización de un informe científico después de 5 años.
-Reconocimiento formal de que los compromisos actuales de reducción de emisiones deben incrementarse.
-Las metas de los países desarrollados se han incorporado oficialmente a la CMNUCC. Estos países desarrollarán planes y estrategias para la reducción de emisiones y deberán reportar sus inventarios de manera anual. Los países del Anexo 1 se han comprometido como grupo a reducir emisiones entre un 25 y un 40% hacia 2020.
-Las acciones de los países en vías de desarrollo para reducir emisiones se han incorporado oficialmente a la CMNUCC. Se elaborará una base de datos para registrar las acciones de mitigación de los países en desarrollo y vincularlas a fuentes de financiamiento y apoyo tecnológico por parte de los países industrializados. Los países en desarrollo deben publicar informes de avances cada dos años.
-Las acciones de mitigación de los países en desarrollo serán objeto de verificación internacional, siempre que hayan recibido fondos internacionales.
-Las partes que se reúnen al alero del Protocolo de Kyoto acuerdan continuar con las negociaciones para asegurar que no haya ninguna brecha entre el primer y segundo período de compromisos del tratado.
-Se lanzará el Fondo Verde, que apunta a recaudar hacia 2020 US$ 100 mil millones para un fondo de largo plazo que irá en apoyo de los países en desarrollo. El Fondo usará inicialmente como fideicomisario al Banco Mundial, mientras se crea una nueva instancia integrada por países desarrollados y en vías de desarrollo. Se establecerá un Comité Transicional a cargo de diseñar el Fondo Verde, en el que habrá una mayor representación de países en desarrollo que de países desarrollados.
-Los gobiernos han acordado incrementar las acciones para frenar las emisiones causadas por la deforestación y la degradación de los bosques en los países en desarrollo, a través del apoyo tecnológico y financiero.
-Cancún ha generado un nuevo marco para las medidas de adaptación que entregará apoyo técnico y financiero a los países en desarrollo.
Por Pablo Retamal
Encargado de Cambio Climático, Embajada Británica en Santiago
No hay comentarios:
Publicar un comentario