3 de junio de 2010

¿Como podemos ayudar?

Si están convencidos que podemos aportar con un grano de arena en esta gran misión que es parar o al menos disminuir el calentamiento global, es el minuto para comenzar! Existen muchas formas de ahorrar energía y a la vez de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, y obviamente las mas fáciles de usar son las que dependen de nosotros mismos. Yo les daré algunas ideas o ejemplos que pueden hacer en forma particular, y la idea es que ustedes piensen en algunas y las podamos compartir.

Partiremos por decir que existen tres principios básicos con los que podemos ayudar:


“Consumir menos, conservar más”
“Siempre que sea posible consumir lo local”.
“La forma mas ecológica de gestionar un residuo es no producirlo”.


Comprar cosas que necesitemos, que duren mucho tiempo y que no tengamos que cambiar a los pocos meses. A veces lo barato sale caro, tanto para nosotros como también en lo que contribuye a dañar el medio ambiente. Los residuos son difíciles de desechar y requieren de materiales para conseguir su reposición.

Pensemos en que cada vez que compramos o desechamos algo, ese producto tuvo que ser transportado y embalado, lo que significa gran cantidad de emisiones de gases efecto invernadero.

Lo más importante es comprar menos y mejor tanto por nuestro planeta como también por nuestro bolsillo.

Preferir alimentos que provengan de una agricultura sostenible.

Existe una idea errónea, de que los grandes latifundios con producción industrial aprovechan mejor la tierra y son más productivos que los pequeños productores. En muchos casos, es todo lo contrario. La producción ecológica o tradicional es más eficiente en metros cuadrados ya que mezcla y rota cultivos, de esta manera aprovecha cada centímetro de tierra, y lo hace con menos uso de fertilizantes y pesticidas.

Esta idea errónea acerca de la producción intensiva versus la artesanal, se debe a que requiere menos mano de obra y solía ser más barata, ya que se estaba sustituyendo trabajo humano por trabajo de máquinas. En resumen el éxito de la producción intensiva es que resulta más barata para el consumidor, pero los costes ambientales por uso de pesticidas, fertilizantes y erosión de la tierra, los efectos sociales, debido a la emigración del campo a la ciudad. Estos costes los asumiremos de igual manera a largo plazo, o mejor dicho aún, los estamos asumiendo.

La agricultura y ganadería ecológica o tradicional, además de no utilizar productos químicos o al menos en menor cantidad, no necesita de transporte excesivo y los métodos cíclicos de producción producen menos emisiones de gases de efecto invernadero que los realizados a escala industrial.

Debemos tener en cuenta que la agricultura emplea el 70 % de agua dulce del planeta y es responsable de casi un cuarto de las emisiones de gases de efecto invernadero.


Comprar alimentos de temporada y preferiblemente los producidos en nuestra región o país

Elegir alimentos que se producen localmente o al menos cerca de dónde vivimos es importante ya que los otros deben transportarse y a veces este llega a ser un poco elevado, lo cuál genera gases de efecto invernadero.
Lo mismo pasa con los productos fuera de temporada, requieren mayor cantidad de energía para su transporte, para su producción bajo plástico o de invernadero, forzando los ciclos de cultivo para la conservación de estos.

Llevar nuestras bolsas al supermercado

Usar nuestras propias bolsas de tela o bien reutilizar las que utilizamos antes, o bien si no tenemos otra opción, usar las imprescindibles a fin de evitar llevarnos las enormes cantidades de bolsas de plástico de supermercado que a veces no sabemos que hacer con ellas y terminamos tirándolas a la basura. Las bolsas hechas de polietileno (derivado del petróleo) pueden tardar hasta mil años e degradarse, y todas suelen ir a parar a los vertederos.

Un ejemplo claro de que podemos llegar a utilizar menos bolsas, es que si nos cobraran por cada una de ellas como se hace en algunos países, de seguro utilizaríamos la mitad.

Existen varias opciones por las que podemos reemplazar las bolsas plásticas, por ejemplo: Una bolsa de tela como lo mencioné anteriormente, canasto como los que se utilizaban antiguamente, cajas desmontables que podamos guardar en la maleta del auto, todas estas se verán muy “chic” e incluso están de moda.

Disminuir el consumo de carnes

No se trata de convertirse en vegetarianos. La carne e una fuente de proteínas importante y por que no decirlo también ¡muy sabrosa!, pero si podemos, al menos intentar que esta sea de mejor calidad y menos aditivos, esto tanto por nuestra salud como por el medio ambiente. Se alcula que la industria de la carne contribuye a la emisión de gases invernadero en un 18%. Ello se debe a las enormes cantidades de energía consumida durante la producción de fertilizantes, tala de bosques tropicales para los pastos y las cosechas de soja y, por último, los enormes volúmenes de metano producido por el ganado vacuno.

Envases retornables

Prefiere los envases retornables a los desechables, aunque tal vez sea una molestia tener que cargarlos para ir al supermercado, nuestro bolsillo se verá beneficiado como también el medio ambiente.

Disminuir el consumo de productos de limpieza del hogar

A todos nos gusta que nuestro hogar este siempre limpio y huela muy bien, pero existen algunos productos que no son buenos para el medio ambiente y tampoco para las personas. Los procesos productivos suelen ser emisores de efecto invernadero, como la utilización de envases de plástico de difícil reciclado. Lo mejor que podemos hacer es utilizar la menor cantidad de productos de limpieza y al momento de elegirlos, observar que estos sean biodegradables y naturales, que por cierto ya existen en nuestro mercado.
Disminuir el uso de los paños de limpieza desechables

Hoy en día en el mercado existen diferentes tipos de productos de limpieza desechables, básicamente paños de limpieza con algún producto que lo diferencia de sus múltiples usos. Desde toallitas de bebé, hasta paños multiusos desechables. Estos paños si bien son prácticos, son difíciles de degradar y generan una enorme cantidad de desechos. Además, suelen estar hechos con fibras de poliéster y plásticos difícilmente reciclables.

Compra de ropa

Es importante utilizar las telas naturales, como algodón, lino, lana, y evitar las derivadas del petróleo como nylon, poliéster y otras.

Confecciona tu propia ropa

Sería ideal que volviéramos como en algunos países donde ya es una moda a tejer nuestros propios chalecos o prendas de lana. Sabemos que es una moda pero sería bueno que durase, ya que hará que la gente tome mayor conciencia de la importancia de la ropa, la cuide más y no la utilice como si fuese un producto desechable.

Pato

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