En la Fundació nos hemos ido haciendo eco de los problemas que genera la polución de nuestras ciudades en la salud infantil. Los estudios que así lo advierten son numerosos, por eso hemos querido recopilar toda esta información en este artículo, incluido en nuestro monográfico ‘El aire que respiramos‘.
La contaminación del aire es una de las principales amenazas medioambientales para la salud de los niños, convirtiéndose en uno de los temas de salud pública más importantes de los últimos tiempos. Los efectos que tiene en ella son cada vez más conocidos sin que eso haya comportado, de momento, cambios significativos en la conducta de la población. Y es que en el aire contaminado hay suspendidas un sinfín de sustancias químicas que respiramos continuamente en nuestro día a día y quesupone un riesgo especial para los niños. Esto es debido por una parte a la inmadurez de su sistema inmune y respiratorio pero también al hecho de que tienden a pasar más tiempo en la calle por las tardes y en verano cuando la contaminación es mayor; por otro lado, no hay que olvidar que inspiran un 50% más aire, y por tanto de contaminantes, por kilo de peso que un adulto. Además, los niños pueden no percibir los síntomas iniciales que sirven de alarma, por lo que no pueden tomar las medidas necesarias para reducir la exposición al aire contaminado.