4 de julio de 2015

Venezolanos de ciencia y conciencia


En el centro de Caracas, en una bellísima y apacible edificación, el Palacio de las Academias, se reúnen constantemente hombres y mujeres de envidiables trayectorias en diferentes ámbitos del saber. Los pasillos de este recinto de apenas dos pisos transmiten una calma inigualable y están repletos de bustos de venezolanos que aportaron años de su vida al desarrollo del país. En una de las alas se encuentra la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales que fue creada por Ley del Congreso de los Estados Unidos de Venezuela del 19 de junio de 1917. Allí se dan cita biólogos, geólogos, físicos, químicos, matemáticos y tantos otros expertos, investigadores, profesores y asesores para ocupar treinta sillones que representan el mérito bien ganado que tanta falta hace para el modelaje en una nación. Claudio Bifano, su presidente, es licenciado en Química y Ph.D. en la materia, ha ocupado importantes cargos en universidades nacionales e instituciones de ciencia y fue también colaborador de la gestión pública como vicepresidente del Conicit (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas). Es autor de unas ochenta publicaciones y ostenta premios como investigador y educador. Entre tantos logros, ha sido cabeza de la Academia desde el 2005.



¿Por qué existen las academias? ¨Fueron creadas en los albores de la civilización moderna como un mecanismo para congregar a investigadores para discutir los adelantos de la ciencia. La primera que se formó fue la de Lincei, de la cual Galileo Galilei fue miembro, después vino la Royal Society de Inglaterra, la Academia de París y otras. Eran espacios que servían para que los investigadores discutieran lo que iban haciendo en sus laboratorios e instituciones. Aquí la Academia se creó en 1917 bajo el régimen de Juan Vicente Gómez con la intención de reunirse, discutir, programar actividades y asesorar al Estado en lo que éste pudiera necesitar para el buen uso de materia prima, recursos naturales, formación, apoyo a las universidades y otros¨.

¿Qué es un académico? ¨Es una persona que a lo largo de su trayectoria profesional ha alcanzado cierto nivel de respeto por su producción intelectual y por los servicios que ha prestado. Es un generador de conocimiento nuevo, que además obtiene el reconocimiento de sus pares por su consolidación en el mundo académico y de investigación¨.

¿Qué hace la Acfiman? ¨Desde su fundación hasta el presente la Academia ha trabajado consistentemente. Una de nuestras líneas de trabajo en la actualidad es la educación desde el nivel básico hasta el universitario, adicionalmente tenemos un programa de edición de libros y revistas producidos por los académicos, diversos reconocimientos como el de las mujeres en ciencia y el de los investigadores jóvenes, todas ellas, actividades que la Academia desarrolla como parte de su compromiso social y científico. Y cuando el Estado tiene a bien consultar algún problema especial, nosotros lo asesoramos con mucho gusto, cuando no nos lo consulta también, porque nos tomamos esa libertad en función de los estatutos y de las bases de nuestra creación. Cuando vemos que hay algo que no está bien tanto en política educativa como científica emitimos comunicados públicos que se envían a ministerios o instituciones del Gobierno indicando nuestra posición. En otras palabras somos una institución de referencia para la gente que hace ciencia y tecnología en este país. Igual pasa con la Academia de Medicina, de la Historia o la de Ciencias Políticas¨.

¿Qué se necesita para ser miembro? ¨Tener un buen curriculum vitae… que a lo largo de su trayectoria los académicos hayan realizado aportes que sus pares consideren relevantes (publicaciones, proyectos y actividad académica). Para entrar a la Academia, por consenso se propone a una persona que tiene la calificación adecuada para entrar preliminarmente como miembro correspondiente. Luego se hace una elección con las debidas consideraciones según los méritos. La persona tiene que entregar al año un trabajo de ingreso que es evaluado por un jurado, lo que sería el equivalente a un trabajo de ascenso de una universidad. Hasta que un individuo de número no se muera (son treinta miembros) no puede entrar uno nuevo. En ese momento se reúnen los integrantes de la Academia y deciden a quien se le dará el sillón. Son especialistas de Física, Matemática, Geología, Ciencias de la Tierra, Biología, Química y otras especialidades, nos cuidamos de que exista variedad en las profesiones. Pero hay problemas graves en Venezuela en cuanto a las áreas, particularmente en Física y Matemática, donde escasean más especialistas. El mensaje que se le puede dar a los jóvenes es que ser académico es un reconocimiento a la perseverancia, al talento y a la productividad profesional que se demuestra a lo largo de toda la carrera. Es una valoración de la trascendencia o importancia que ha tenido el investigador¨.

En el ámbito personal, ¿qué significa ser presidente de la Academia? ¨Yo entré en 1999, tengo 16 años en ella. Cuando me lo propusieron abrí los ojos y dije ¿yo? Fue un honor muy grande que personas que respetaba me hubieran hecho esa propuesta. Para mi significó muchísimo. Y ser presidente lo asumo como un servicio que hago de la mejor manera que puedo, a la institución y al país. Esa es mi visión de los cargos. Los cargos no son para usarlos, sino para que los cargos lo usen a uno… que es distinto¨.

Para conocer más a la Academia, su página web es http://acfiman.org/site/ y su cuenta en twitter @acfiman

@ideagenial

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