5 de junio de 2015

En Venezuela: Degradación, cambio climático y debilidad institucional amenazan las cuencas hidrográficas

Aguas del embalse de Guri con sedimentos en suspensión, por actividad minera ilegal. 2015. (Cortesía Ing. Pedro García)


  • Expertos del Grupo Orinoco indicaron que la degradación de las cuencas hidrográficas es el deterioro sistemático de la alimentación de la infraestructura ecológica.
  • No hay mejor indicador de inacción en la gestión de aguas y cuencas que la colmatación (sedimentación) lo que origina la pérdida prematura de los embalses.
  • Ante un panorama poco alentador en seguridad energética todos los sectores deben lograr un acuerdo para una gestión integrada de cuencas.



Las cuencas hidrográficas venezolanas, fuentes del recurso agua, imprescindible para la generación de energía, se encuentran amenazadas por la degradación (básicamente la deforestación y la acumulación de sedimentos), el cambio climático (con su efecto en la variabilidad de precipitaciones) y la ausencia de instituciones gubernamentales nacionales y locales que las supervisen y protejan. Esto hace que peligre la producción de energía eléctrica en el país. Esa fue una de las principales conclusiones del foro ¨Seguridad energética: Amenazas a la generación hidroeléctrica en Venezuela¨, llevado a cabo por el Grupo Orinoco, centro de pensamiento en energía y ambiente, en Caracas el pasado 28 de mayo.

Vertientes afectadas por movimientos en masa, uso del fuego y actividad agricola en altas pendientes. Cuenca alta río Boconó. 2015. 
(Cortesía Ing. Pedro García)

Las cuencas son áreas de drenaje, alimentadas por cursos de agua, que abarcan además componentes bióticos y abióticos, esto es, contienen y alimentan ecosistemas. Son áreas fundamentales de conservación y requieren tratamiento especial para que puedan cumplir sus funciones de captación de agua, almacenamiento y descarga. Nuestro principal complejo hidroeléctrico, el Guri, se alimenta por ejemplo de la cuenca del Caroní, que está en grave peligro por la descarada acción minera en sus suelos. Esta afirmación la hizo el ingeniero Pedro García Montero en su intervención como ponente, en la cual además indicó que los citadinos ven el problema como lejano hasta que vienen los problemas de cortes de luz. El también ingeniero agrónomo Aníbal Rosales, al referirse al tema de la colmatación (sedimentación) comentó que esta afectación daña los embalses dejándolos inactivos para su uso si no se les da mantenimiento, casos que abundan en el territorio nacional.

El experto venezolano en electricidad y miembro de la Academia de Ingeniería y Hábitat, César Quintini, en su exposición sobre el sistema venezolano, comentó que hay muchas mejoras por hacer, especialmente pensar en la distribución de la energía que en el país beneficia más a oriente que a occidente, por el gran recorrido que se tiene que hacer hasta el Zulia, por ejemplo, en el cual se pierde un porcentaje. Una opción es desarrollar el alto Caroní y aumentar las líneas de transmisión. Instó a evaluar el gran potencial criollo en otras fuentes de energía y a que las mismas se complementen. El ingeniero Jesús Gómez apuntó a pensar en el Orinoco y la posible instalación de centrales eléctricas para aprovechar su curso así como el rebombeo de las aguas del Lago de Valencia con ese mismo fin.
En cuanto al cambio climático, ya no cabe duda de su efecto sobre la disponibilidad de aguas, según el especialista Ing. Miguel Pérez Godoy, no obstante en el país no se ha trabajado en nuevos modelos de predicción de la acción de este fenómeno sobre las cuencas, lo cual deja a los planificadores sin datos para los necesarios programas de adaptación, que serían cruciales particularmente para actividades como la agricultura.

Como cierre del evento, el Dr. Arnoldo Gabaldón, primer ministro de Ambiente que tuvo Venezuela en la década de los setenta y actualmente líder del Grupo Orinoco, expuso que para la organización el tema de la seguridad energética estaba estrechamente vinculado al desarrollo del país. Al respecto comentó que el mejor indicador para verificar la gravedad de este tema eran los continuos apagones por horas en todo el territorio. ¨El sistema eléctrico está en una situación precaria y la sociedad demanda un cambio, en este asunto se ha evidenciado la incompetencia de las empresas públicas. Tenemos que pensar en un nuevo paradigma de cara a las riquezas que tiene el país, los problemas ambientales, el cambio climático y otros factores de importancia¨. Agregó que uno de los peores problemas es la corrupción, ya que desde 2007 se habían invertido 30 mil millones de dólares en el sector eléctrico y hoy en día no se sabe el destino de buena parte de ese monto. ¨Se hace imperioso buscar consenso sobre la matriz energética que se requiere, reiniciar el estudio de los proyectos en el área, establecer un plan nacional de supervisión y conservación de cuencas y tomar medidas de adaptación al cambio climático¨.

@ideagenial

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