15 de mayo de 2012

Informe Planeta Vivo 2012: Chile disminuye su biocapacidad y se acerca a un déficit ecológico

Antonio Lara y Manfred Max-Neef

La novena edición de este reporte global que documenta el cambiante estado de la biodiversidad, los ecosistemas y la demanda de recursos naturales fue lanzada hoy martes desde Valdivia para todo el país. 

Chile ocupa el tercer lugar entre los países latinoamericanos con mayor huella ecológica per cápita, detrás de Uruguay y México, según lo establece la última versión del Informe Planeta Vivo, lanzada hoy martes en todo el mundo (descargar informe). 

El documento indica que la huella ecológica del país llega a 3,24 hectáreas globales por persona, similar a la registrada en el anterior Informe Planeta Vivo del año 2010. Sin embargo, la biocapacidad – capacidad de la naturaleza para producir recursos renovables, proporcionar tierra para construir y servicios ecosistémicos como la captura de carbono- registró una disminución en Chile, cayendo de 3,8 a 3,74. “Si bien es una baja menor, la tendencia nos muestra que si no disminuimos nuestra huella ecológica en el corto plazo, ambas curvas –huella ecológica y biocapacidad- terminarán por tocarse, lo que nos dejará con un déficit ecológico muy difícil de revertir”, explicó Ricardo Bosshard, director de WWF Chile. 

Para evitar que esto ocurra, agregó, es imprescindible proteger el capital natural, lo que se consigue ampliando la superficie de áreas protegidas, deteniendo la degradación forestal y restaurando los ecosistemas y servicios ecosistémicos. “En necesario, además, producir mejor, de forma más eficiente reduciendo los insumos y desechos de los sistemas de producción, promoviendo la certificación bajo estándares ambiental y socialmente sustentables e incrementando la oferta de energías renovables. Por último, también deben adoptarse patrones de consumo responsables, asumiendo un estilo de vida de baja huella ecológica”, puntualizó. 

Lanzamiento en Valdivia
La de este año constituye la novena versión del Informe Planeta Vivo, documento que da cuenta del cambiante estado de la biodiversidad, los ecosistemas y la demanda de recursos naturales en la Tierra. Es elaborado por WWF, la organización mundial de conservación, en colaboración con la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL, por sus siglas en inglés) y la Red Global de la Huella Ecológica (Global Footprint Network), a quienes se suma este año la Agencia Espacial Europea (ESA). 

El lanzamiento en Chile de este reporte tuvo lugar en la Universidad Austral (UACh) en Valdivia, en donde fue presentado por el coordinador del Programa de Bosques de WWF Chile, Rodrigo Catalán, y la coordinadora de la Unidad de Planificación para la Conservación de la misma entidad, Irina Montenegro. Como panelistas invitados participaron el investigador Antonio Lara, ingeniero forestal, Ph.D. en Geografía y experto en servicios ecosistémicos, cambio climático, hidrología y bosque nativo; y el economista Manfred Max-Neef, Premio Nobel Alternativo de Economía, ex candidato presidencial independiente y director del Instituto de Economía de la Universidad Austral. 

Ambos académicos de la UACh coincidieron en la necesidad de impulsar acciones, ya sea en el plano individual como colectivo, para poder frenar el deterioro ambiental que sufre la Tierra. 

“Se puede influir con este tipo de informes con información técnica precisa, acuciosa y acertada, pero también con una acción social que exija a los tomadores de decisión, ya sean del sector privado o público, ir hacia la conservación y recuperación de los ecosistemas. No basta actuar como individuo, sino que como grupo de individuos”, señaló Lara, quien dirige la Fundación Centro de los Bosques Nativos (Forecos). “El informe entregado por WWF es un aporte significativo al conocimiento del estado del medio ambiente a nivel global y a cómo ha ido evolucionando su desfavorable situación y la necesidad de actuar para que esto no siga empeorando a futuro. El vincular la biodiversidad con los servicios ecosistémicos y con las personas está muy bien logrado, porque muestra cómo el bienestar de las personas y de la sociedad depende absolutamente de la conservación, del manejo adecuado y de la restauración de los ecosistemas naturales”, agregó. 

En tanto, Max-Neef enfatizó que cualquier atisbo de solución pasa primero por un cambio profundo y radical de nuestra visión económica, ligada al modo como se aplica y se enseña la economía, a la cual no duda en calificar como “criminal” debido a que mata de hambre a millones de personas en el mundo. 

Otro punto imprescindible, a juicio del académico, es avanzar hacia la comprensión de las cosas, más allá de la mera acumulación de saber. “Acumulamos más y más saber, todo este informe es saber, son datos, son informaciones, pero las vemos, las recibimos, nos vamos a dormir y dormimos tranquilos. Para resolver este tipo de problemas que están acá, más que saber necesitamos empezar a comprender más. Mientras yo esté aquí y la naturaleza esté por allá, denme más datos, pero no va a pasar nada. Pero en el momento en que yo despierte una mañana y tenga conciencia que yo soy la naturaleza y que estoy absolutamente integrado a eso, bueno, cambia mi visión y cambian mis sentimientos”, sostuvo el economista.

El informe se puede ver en el siguiente enlace

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