Una cosa es luchar contra las enfermedades sin una cura; pero otra cosa muy distinta es tener tantas curas que no se pueda ver claramente cómo empezar a tratar la enfermedad. Y eso es algo que está pasando con el cambio climático estos días. Pero, si existen tantas soluciones a nuestra disposición para contrarrestar las emisiones de carbono, ¿por qué no se están implementando en forma urgente? No olvidemos que el cambio climático es el desafío global más grande que está enfrentando la humanidad. ¿Será más sensato invertir enormes cantidades de recursos en energías renovables, calefacción, eficiencia energética, reciclado, estilos de vida sustentables, una economía verde?... y bueno, la lista (de curas) puede seguir creciendo indefinidamente.
Mi argumento siempre es contrarrestado por alguien que me dice que debo ser “más realista”. Que el mercado debe madurar, que la energía renovable es demasiado cara, que la capacidad de instalación es demasiado baja como para aportar a las cifras de crecimiento… un millón de otras excusas. Sí, excusas que me hacen recordar una frase que escribí en el anuario de mi colegio cuando salí de cuarto medio: “Algunos miran las estrellas y se preguntan por qué, yo prefiero mirarlas y preguntarme, por qué no”.
Chile tiene un gran dilema; el nexo entre energía y desarrollo. Su exitoso crecimiento económico significa que el país necesita energía en forma urgente. A pesar de su enorme potencial de energías renovables, la parrilla energética de propiedad de privados ha desviado su curso hacia los combustibles fósiles. Ahora necesita más, y nada sería más fácil que continuar construyendo plantas a carbón para saciar esta sed energética. No obstante, una creciente conciencia social sobre el medio ambiente está haciendo más difícil seguir construyendo dichas plantas a carbón.
Las poblaciones locales han comprendido los efectos secundarios para la salud y el medio ambiente, mientras que otros demandan soluciones a largo plazo… como la energía renovable. Y, ¿por qué no? Un país rico en fuentes de energía renovable y pobre en combustibles fósiles debe aprovechar sus fortalezas. Estoy seguro de que Sun Tzu (El arte de la guerra) estará de acuerdo en que es momento de ganar ventaja haciendo el primer movimiento. En su libro, Tzu señalaba que la estrategia no se trataba de planificar en el sentido de chequear una lista preestablecida, sino que en realidad se trata de buscar respuestas adecuadas a escenarios que van cambiando. ¿Les suena la idea?
La producción de energía renovable, de fuentes que van desde la energía eólica hasta la energía solar, a veces es criticada por ser variable o intermitente. No obstante, el Organismo de Energía Internacional ha señalado que el desarrollo de tecnologías renovables aumenta la diversidad de las fuentes de energía eléctrica y, a través de la generación local, ayuda a lograr la flexibilidad del sistema.
El mercado para las tecnologías de energía renovable ha continuado creciendo. Las preocupaciones sobre el cambio climático, junto con los altos precios del petróleo y un creciente apoyo de líderes mundiales de vanguardia, están llevando la delantera en la legislación, incentivo y comercialización de las energías renovables. Los gastos, regulaciones y políticas de los nuevos gobiernos ayudaron a la industria a enfrentar la crisis económica de 2009 mejor que otros sectores.
En conclusión, permítanme compartir tres razones por las cuales todos los países deberían comenzar a pensar en invertir en una matriz energética limpia para su estrategia de crecimiento económico baja en carbono:
1. Una vez que la infraestructura renovable es construida, el combustible es gratis para siempre. A diferencia de los combustibles basados en el carbono, el sol, el viento, el océano y la propia tierra proveen combustible gratis y en cantidades que efectivamente son ilimitadas.
2. Si bien las tecnologías para extraer combustibles fósiles con más avanzadas, las tecnologías relacionadas con la energía renovable están mejorando rápidamente. Es así como el espíritu innovador e ingenioso del ser humano nos permite aumentar constantemente la eficiencia de la energía renovable y reducir cada vez más sus costos.
3. Una vez que el mundo realice un compromiso claro de cambiarse a las fuentes de energía renovables, el volumen de producción reducirá naturalmente el costo de cada molino eólico o panel solar, agregando al mismo tiempo incentivos para seguir realizando investigaciones que permitan acelerar el proceso de innovación.
Por Pablo Retamal
Agregado de Cambio Climático en la Embajada Británica en Chile, tiene encargado aconsejar al Gobierno Británico sobre esta materia. Además de ver los temas políticos relacionados al cambio climático también se ocupa de la sustentabilidad de la embajada en Santiago.
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