16 de octubre de 2013

¿Quién tiene más responsabilidad en la contaminación? ¿Quien produce o quien consume?

Emisiones contaminantes. Foto: Elcomercio.pe

La contaminación ambiental es un problema global que no afecta únicamente al entorno más inmediato de los países afectados, sino que traspasa las fronteras geográficas, adquiriendo relevancia internacional. De ahí, la importancia de lograr acuerdos internacionales que impliquen el compromiso de los países más presentes en el comercio internacional.

¿Por qué? Porque cuando un país produce y exporta, incorpora parte de las emisiones que ha generado su producción. Pero a su vez, cuando un país consume no sólo producción nacional sino también extranjera, asume la contaminación generada por otros países en su proceso de producción.

De esta manera, el comercio internacional supone no sólo un flujo de bienes y servicios entre distintos países, sino también un flujo de contaminación, que puede terminar siendo más intensa en unos países que en otros, dependiendo de su actividad exterior.

En la V Jornada sobre Análisis Input Output celebrada en Sevilla, los días 19 y 20 junio, presentamos los últimos resultados de nuestro trabajo sobre el análisis de la participación española en las emisiones de los cuatro gases precursores del ozono troposférico, es decir, compuestos orgánicos volátiles distintos del metano (COVDM), óxidos de nitrógeno (NOX), monóxido de carbono (CO) y el metano (CH4). Debido a sus efectos sobre la salud respiratoria y cardiovascular, así como por sus efectos nocivos sobre el ecosistema, el control de las emisiones de dichos gases sigue siendo uno de los objetivos prioritarios de la política medioambiental de la Unión Europea.

En el ámbito de la Unión Europea, España exporta un nivel de contaminación similar a la contaminación incorporada en sus importaciones en todos los gases precursores del ozono troposférico, excepto en el caso del COVDM. ¿Qué significa este resultado? Que excepto en el caso del COVDM, España ha hecho un esfuerzo similar al del resto de países de la UE para ajustar sus emisiones a la Directiva europea sobre techos nacionales de emisión (Directiva 2001/81/EC) así como para cumplir las exigencias de la Directiva 2008/50/EC, relativa a la calidad del aire ambiente y a una atmósfera más limpia en Europa. Sin embargo, en el caso del COVDM, las emisiones españolas son muy superiores a las de su entorno. Este resultado pone de manifiesto que España está incrementando la contaminación media de COVDM de la UE, por lo que todavía debe hacer un esfuerzo adicional para ajustarse a la nueva normativa todavía más exigente.

Fuente: Elaboración propia a partir de WIOD

Si analizamos las relaciones comerciales de España con el resto del mundo, observamos que la contaminación de gases precursores del ozono troposférico incorporada en las exportaciones españolas es inferior a lo que generan el resto de países con los que comercia. ¿Y qué países son los implicados en este balance exterior? Principalmente, China, Rusia, Estados Unidos e India.

El debate sobre quien tiene más responsabilidad en la contaminación mundial, es decir, si quien genera la contaminación al producir o si quien induce la contaminación al consumir, está presente en buena parte de la literatura científica especializada. La utilización del término “responsabilidad compartida” parece que gana cada vez más adeptos, puesto que atribuye responsabilidad tanto al país que no reduce la contaminación de su producción, como al país que adquiere producción consciente de que es contaminante.

Los resultados sobre la contaminación española de gases precursores del ozono troposférico nos permite concluir que en aquellas regiones donde existe una misma regulación o normativa ambiental, todos los países mantienen un nivel de contaminación ajustado a la norma. De ahí que esos casos no sea tan relevante el debate en torno a quien tiene más responsabilidad, ya que ésta no sólo será compartida sino muy parecida.

Logotipo de las V Jornadas IO

Sin embargo, cuando ampliamos nuestro estudio a todo el mundo, donde no todos los países están sometidos a la misma regulación ambiental, se observa que los países sometidos a una regulación ambiental más estricta incorporan menos contaminación en sus exportaciones de lo que asumen con sus importaciones. En este caso, el debate es mucho más intenso. España presiona más sobre la contaminación mundial de gases precursores del ozono troposférico debido a sus importaciones.

La contaminación ambiental, en este caso de gases precursores del ozono troposférico, demuestra que no tiene fronteras. Arrancar compromisos internacionales de los principales países emisores reduciría sustancialmente su concentración a nivel mundial.

Publicado en fundrogertorne.org

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