Aeropuerto de Sevilla |
No puedo negar que vivir en Sevilla es un privilegio. Por clima, por tamaño, por su historia, por su riqueza cultural, pero como en casi todas las ciudades, la contaminación urbana comienza a ser un verdadero problema. En el mes de abril que acabamos de pasar, hemos tenido días de lluvia sin parar, un sol y una temperatura que ha alcanzado los 36-37° y de nuevo a finales de mes, 15-16° de máxima. Todo ello acompañado de un importante tráfico de coches particulares que aunque controlado en las zonas céntricas de la ciudad y compitiendo con un extenso carril bici, supone una fuente de contaminación con efectos nocivos para nuestra salud.
La realidad es que los ciudadanos todavía no somos conscientes de la importancia que tiene para nuestra salud, la contaminación de las ciudades donde vivimos. En primer lugar, porque aunque la ciencia avanza en este campo, los resultados no siempre son contundentes y los científicos mostramos nuestro posible grado de error e incertidumbre. Y en segundo lugar, porque en estos momentos de crisis económica, los efectos de la contaminación pasan a ocupar un segundo plano tanto a nivel individual o familiar como a nivel institucional y de nuestros gobernantes.
No obstante, para la Cátedra de Economía de la Energía y del Medio Ambiente, nacida del acuerdo de colaboración entre la Fundació Roger Torné y la Universidad de Sevilla, tiene especial interés el análisis y la difusión del impacto de la contaminación ambiental en la salud.
Nos ha parecido importante analizar de qué forma la contaminación urbana en Sevilla afecta a la salud respiratoria de la población infantil ¿Por qué? Hemos centrado nuestra investigación en la población infantil entre 0 y 14 años porque es la más vulnerable y por tanto, se trata del grupo que puede reflejar de forma más inmediata los efectos nocivos de la contaminación.
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Para analizar la salud respiratoria de la población infantil se han tomado los datos de ingresos hospitalarios infantiles debidos a broquiolisis, bronquiolitis y neumonía. Se tratan por tanto, de ingresos hospitalarios de menores en casos graves. Por supuesto, estamos obviando que pueden existir muchos casos de niños/as con enfermedades respiratorias que son atendidos en los centros de salud, pero cuya evolución ha podido ser favorable.
El periodo analizado ha sido entre 2007 y 2011. Los contaminantes considerados han sido los siguientes: SO2, NOX, PM2,5, PM10, CO. Adicionalmente, se han tenido en cuenta otras variables que pueden estar afectando de una u otra forma al impacto de los contaminantes sobre la salud, como son, la temperatura media, la velocidad del viento y la humedad. De ahí que estas tres variables hayan sido incorporadas al estudio.
¿A qué resultados hemos llegado?
Tráfico en Sevilla. Foto: Jesús Morón (elmundo.es) |
Los contaminantes ambientales que han demostrado ser significativos estadísticamente en relación a los ingresos hospitalarios no previstos por bronquiolisis, bronquitis y neumonía son las partículas finas PM2,5 y el NOx (óxido nitroso).
Cabe destacar, en el caso de la bronquiolisis, que un aumento de una micra por metro cúbico de NOx y de PM2,5 puede dar lugar a un aumento de un 2% y un 1% respectivamente de ingresos hospitalarios. Por otra parte, en el caso de la neumonía, un aumento de una micra por metro cúbico de PM2,5 puede dar lugar a un incremento de un 1,4% de los ingresos hospitalarios.
Tanto las partículas finas como el óxido nitroso tienen un origen antropogénico y por tanto, está en nuestra mano como agentes causantes de dichos contaminantes, el poder reducir las fuentes emisoras. Para ambos contaminantes, los vehículos diésel se convierten en uno de los principales focos de emisión.
Los resultados obtenidos hasta el momento deben tomarse con cautela, pero ponen de manifiesto algunas conclusiones importantes que nos deben poner, al menos, sobre aviso. De hecho, nuestro estudio, corrobora los resultados alcanzados en otras investigaciones, tales como la de Cristina Linares y Julio Díaz para el caso de Madrid o la de Mario Cárdaba para Valladolid.
Referencias
Linares, C. y Díaz, J. (2008). “Las PM2,5 y su impacto sobre la salud. El caso de la ciudad de Madrid”. Ecosostenible;35:32-37.
Linares, C. y Díaz, J. (2009). Efecto de las partículas de diámetro inferior a 2,5 micras (PM2,5) sobre los ingresos hospitalarios en niños menores de 10 años en Madrid. Gac Sanit, vol.23, no.3, p.192-197. ISSN 0213-9111
Cárdaba Arranz, Mario (2012). Carga de enfermedad por contaminación atmosférica debida a materia particulada (PM10 y PM2,5) y ozono (O3) en la ciudad de Valladolid durante el periodo 1999-2008. Tesis Doctoral. Directora: Dra. Dª. Ana Almaraz Gómez. Universidad de Valladolid.
Pablo-Romero, M. y Román, R. (2013), Impacto de la contaminación ambiental en la salud respiratoria infantil en Sevilla. VI Jornadas sobre Economía Medioambiental. Universidad de Sevilla. Sevilla, 11 de marzo de 2013.
Por Rocío Román
Publicado por fundrogertorne.org
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