13 de junio de 2012

A pocos días de recordar la Cumbre de la Tierra, ¿Qué negociará Venezuela en RÍO+20?

cumbre de la tierra

La red Periodismo ante el Cambio Climático con el apoyo del Banco Central de Venezuela organizó este conversatorio en torno al encuentro sobre desarrollo sustentable que se celebra veinte años después de la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro. La oportunidad presentó la posición venezolana en las voces de de Claudia Salerno, viceministra para América del Norte, jefa de la Delegación de Venezuela ante la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC); Ana Elisa Osorio, vicepresidenta del Parlatino – Venezuela, vocera oficial de este organismo para América Latina y el Caribe y Manuel Briceño, vicepresidente de la Comisión de Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático de la Asamblea Nacional. 

El aporte del Parlatino. La diputada Osorio abrió el intercambio alertando sobre la crisis global que está atravesando el planeta, a su juicio producto del agotamiento del modelo capitalista que ya tiene dos siglos. Fue crítica con la Agenda 21 porque no se fue asumida por los países desarrollados. En cuanto a la economía verde uno de los ejes de Río+20, sostiene que es un término que se presenta atractivo pero ¨no es más que comercializar los bienes de la naturaleza y allí entran los bosques, el agua…ahora se habla de concesiones de océanos por lo que podríamos pensar que cualquier elemento de la naturaleza puede ser negocio¨. 

El Parlamento Latinoamericano llevará a Río propuestas precisas en un documento aprobado por la pluralidad política del organismo. De los planteamientos destacan: adoptar la declaración de los derechos de la madre Tierra, mantener el concepto de desarrollo sustentable y promover el compromiso político con éste, reconocer las responsabilidades comunes de las naciones en la reparación de la naturaleza y en el uso ético de su legado, defender los procesos de integración regional y subregional, promover el derecho humano al agua potable, el acceso pleno a servicios de saneamiento ambiental y mejora de vida de los pueblos, promover la conservación de las grandes reservas de agua dulce de nuestro continente, luchar por el mejoramiento de una educación de calidad, la investigación, la tecnología al servicio de los pueblos y la defensa de los saberes tradicionales, defender el trabajo digno y la agricultura sustentable como el mejor camino para alcanzar la soberanía alimentaria, promover programas de comunidades urbanas sustentables, avanzar en la generación de energías renovables y promover la eficiencia energética. 

La responsabilidad de todos. Manuel Briceño reflexionó sobre el cambio sustantivo que tiene que darse en lo que para muchas naciones significa no salir de su zona de confort. ¨El viejo argumento es que somos muchos, pero es que siempre hemos sido muchos y han sido pocos los que se benefician…tenemos que empezar a abrir nuevos espacios para buscar opciones, para establecer responsabilidades y causalidades¨. Según opina, ¨no podemos seguir en esa idea de que importa más el consumo que la producción ¨. Para Briceño, se quiere imponer una visión donde se ven las consecuencias pero no las causas y lo importante que debe ponerse sobre la mesa de negociaciones es lo que se tiene que cambiar y cómo se hará. ¨Los cambios no solamente se pueden centrar en unas opciones de tecnología de punta llamadas energías limpias, dejando de lado el acervo que tienen todos los pueblos del mundo. No podemos seguir en ese distanciamiento. Si reivindicamos la naturaleza reivindicamos la vida¨. El punto neurálgico en Río para el diputado Briceño es trabajar por mantener los bienestares colectivos de los pueblos, el respeto a las respectivas soberanías y finalmente canalizar opciones que se articulen para que el cambio pueda darse desde lo local. ¨Cada quien que empiece a asumir la cuota que le corresponde¨. 

No olvidar la pobreza. El gobierno venezolano ha estado trabajando durante muchos años según Claudia Salerno, por la vida en el planeta y por la salvación de la especie humana. ¨Hemos visto como se ha impuesto un modelo de desarrollo que no se concibió bajo la figura del consenso, sino que se impuso y se forzó como la única forma de hacer las cosas¨. Por ello indica que lo que se está negociando en Río+20 no es un acuerdo ambiental de manejo de recursos naturales sino un acuerdo que busca un reacomodo de esos patrones. Afirma que Venezuela no tiene una voz solitaria en este sentido, porque la acompañan los países del Alba, del G77 y China. 

Hay que estar atentos a su parecer a los temas de la cumbre, uno de ellos, el marco institucional para el desarrollo sustentable. Para Salerno resulta paradójico que todo el sistema burocrático de organismos de Naciones Unidas consuma el 40% del presupuesto de esa institución que podría dedicarse al desarrollo sustentable. Otra de sus preocupaciones es que algunas de las propuestas de trabajo apuntan más a una política de mitigación de efectos de cambio climático, olvidando que el desarrollo es mucho más que eso y corriendo el riesgo de que se deje a un lado el objetivo de erradicación de la pobreza porque no es rentable. ¨Por eso queremos dar un debate en Río. El reto en general es que se preserve lo que se llegó a acordar en la Cumbre de la Tierra del 92¨. En cuanto a la economía verde Salerno lo califica como ¨un tema controvertido¨ pero que ha sido reformulado tras el enfoque inicial. ¨Lo hemos ido transformado y reconduciendo para que sea de verdad verde, social y para los pueblos. El acuerdo de Río+20 se dará el 20 de junio pero hasta entonces daremos la pelea para que esa economía no tenga el verde del dólar sino que esté apropiada por el verde de lo social y para que no se destruya la agenda de la erradicación de la pobreza¨.

@ideagenial
Miembro de la red Periodismo ante el Cambio Climático

Y @periodismocc

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