22 de junio de 2011

La acuicultura y la seguridad alimentaria mundial

Un informe de importancia histórica investiga la incidencia ambiental de esta actividad
LA ACUICULTURA Y LA SEGURIDAD ALIMENTARIA MUNDIAL

La primera evaluación global de los costos de la acuicultura demuestra que las granjas piscícolas dañan menos el ambiente que la producción ganadera

acuicultura

En muchos estados de Venezuela es cada vez más común ver las lagunas de crías de peces como truchas, bagres, chorroscos y cachamas negras y sus híbridos, entre tantos otros. Aunque el tamaño y la calidad de instalación de estas “granjas” varía, se evidencia un interés creciente en buscar otra alternativa de alimentación más sana, más económica y menos agresiva con el ambiente que la cría ganadera. A tono con esta tendencia, recientemente se difundió el informe “Fronteras azules: Administrando los efectos ambientales de la acuicultura”, un estudio realizado por las organizaciones WorldFish Center y Conservación Internacional (CI), que muestra una evaluación global del impacto de los alimentos de origen marino generados en granjas. El documento concluye que la demanda de productos acuícolas seguirá creciendo durante las próximas dos décadas como fuente clave de proteína animal para las crecientes poblaciones urbanas y que la industria debe responder a esa demanda con un aumento en su eficiencia y una reducción del trastorno ecológico.

La acuicultura es uno de los sectores de producción alimentaria que crece con mayor velocidad en el mundo: desde 1970 se ha venido expandiendo a una tasa promedio anual del 8,4% y la producción total alcanzó a 65,8 millones de toneladas en 2008 según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Hoy, es una industria que mueve 100 mil millones de USD y proporciona más de la mitad de todos los alimentos de origen marino consumidos en el mundo. Al cabo de casi dos años de compilación y análisis de datos, los investigadores hallaron que:

China y el resto de Asia proporcionan en conjunto una mayoría abrumadora de los alimentos acuicultivados (un 91% de la oferta global).

En el otro extremo de la cadena de la oferta, Europa produce el 4,4%, Sudamérica produce el 2,7%, Norteamérica produce el 1,9% y África el 1,6%

Acuicultura más popular por país: para China y el resto de Asia, figura la carpa; el salmón es número uno para europeos y latinoamericanos; las tilapias se imponen en la acuicultura africana.

Acuicultura que causa mayor trastorno ecológico: anguila; salmón; camarones, gambas y langostinos, debido a la cantidad de energía y alimentos que se necesitan para criarlos.

Acuicultura con el mínimo trastorno ecológico: moluscos bivalvos (ostras y mejillones).
Dada la creciente demanda de proteína animal, el estudio también muestra que la acuicultura es un sistema de producción alimentaria altamente eficiente y ofrece claras ventajas sobre otras formas de generar alimentos de origen animal.

Los productos de acuicultura contribuyen menos a las emisiones de nitrógeno y fósforo por unidad de peso que el ganado vacuno y porcino.

Los peces, por comparación a cerdos o vacas, convierten en proteínas consumibles un porcentaje mayor del alimento que ellos comen, lo que da como resultado menos desperdicio.

Entreviendo el futuro del cultivo de alimentos acuáticos, “Fronteras azules” predice que la producción acuícola mundial seguirá aumentando a las tasas actuales, con cálculos conservadores de 65 a 85 millones de toneladas a producirse en 2020 y de 79 a 110 millones de toneladas hacia 2030.

El alza de la producción de cara a la futura demanda de una manera ecológicamente sostenible plantea problemas importantes, dijo el Dr. Sebastian Troëng, vicepresidente para Conservación Marina de CI. “En momentos en que las pesquerías de todo el mundo han tropezado con niveles alarmantes e inéditos de agotamiento, debe considerarse el cultivo de peces como alternativa a la captura silvestre. Creemos que intensificar las inversiones en innovación y difusión de las mejores prácticas nos ayudará a satisfacer la creciente demanda sin alterar de forma inaceptable los ambientes costeros y las reservas de agua potable.”

El informe ofrece múltiples recomendaciones a las organizaciones de desarrollo y ecología y a los profesionales de la industria. En un documento anexo de políticas se plantean como opciones apoyar la innovación en el sector acuícola; asegurar que el marco regulador avance al mismo ritmo y atienda a consideraciones ecológicas en el desarrollo de la acuicultura; desarrollar la capacidad necesaria en las agencias nacionales y vigilar cuidadosamente el sector para que el respaldo y la inversión sean los adecuados a las oportunidades del mercado.

@ideagenial

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