Seguramente nunca imaginó Alessandro Volta, que su descubrimiento que dio forma a la primera pila eléctrica, sería con el paso de los siglos más que una solución, un verdadero impacto ambiental.
Él simplemente descubrió que la unión o el contacto entre dos metales diferentes unidos por una conexión húmeda, generaba electricidad. De allí en más, se fue perfeccionando el uso de diversos metales que permitieron que hoy en día tengamos miles de productos que funcionan de manera independiente de la corriente eléctrica de red. Pero si bien este ha sido el gran beneficio, de manera equivalente, el gran perjuicio es la contaminación del planeta.