22 de enero de 2013

La creciente conciencia social de la relación entre salud y medio ambiente es el principal motor de cambio

Recomendaciones Dietéticas, Ejercicio Físico y Medio Ambiente para las y los Supervivientes de Cáncer de Mama

Juan Antonio Ortega-García es pediatra doctorado en Medio Ambiente y Cáncer Pediátrico y director de la Unidad de Salud Medioambiental Pediátrica (PEHSU), una unidad clínica situada en el Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia, donde pediatras y enfermeros con experiencia en Salud Medioambiental Pediátrica, en cooperación con otros profesionales de la salud (médicos de familia, obstetras, toxicólogos, médicos del trabajo, diplomados universitarios de enfermería, patólogos…) y de otras áreas (biólogos, ingenieros, arquitectos, químicos, técnicos en salud ambiental, especialistas en Ciencias Medioambientales aplicadas a la salud…) trabajan para reconocer, evaluar y manejar las enfermedades y riesgos ambientalmente relacionados con los niños, así como proporcionar educación, entrenamiento e investigación en Salud Medioambiental Pediátrica.

El objetivo de PEHSU-Murcia es, desde luego, ambicioso y el resultado de su actividad es demasiado amplio como para darle cabida en un único artículo, pero sí hemos querido hablar con el Dr. Ortega-García con motivo de la edición del documento “Recomendaciones Dietéticas, Ejercicio Físico y Medio Ambiente para las y los Supervivientes de Cáncer de Mama”, resultado del IV Encuentro de Pediatría Ambiental y Salud Comunitaria: Mejorando la calidad de vida y el medio ambiente del paciente con cáncer y su familia que se celebró en Murcia en noviembre de 2011. La Fundació Roger Torné ha adquirido, además, un compromiso con la difusión de dicho elaborado e interesantísimo dossier.

Doctor Ortega, ¿quiénes han participado en la elaboración del documento “Recomendaciones Dietéticas, Ejercicio Físico y Medio Ambiente para las y los Supervivientes de Cáncer de Mama”?

Los autores somos Alicia Cánovas Conesa y yo mismo. Alicia es Licenciada en Química e Investigadora en Medio Ambiente y Cáncer con especial dedicación a la química y carcinogénesis de alimentos. Y un servidor, Doctor en Medio Ambiente y Cáncer Pediátrico.

Los revisores del documento son el Dr. Josep Ferrís i Tortajada, pionero en España de Medio Ambiente y Cáncer Pediátrico y el Dr. Jose Luís Alonso Romero oncólogo de la Unidad de Mama de nuestro hospital.

El documento ha tenido mucha repercusión…

Ha tenido en las primeras 6-7 semanas en Internet más de 27.000 descargas y esto da idea de la ‘necesidad sentida’ de estos materiales. Quiero dar las gracias a todas las instituciones y organizaciones que han apoyado el proyecto. Consejería de Sanidad y Política Social de la Región de Murcia, Servicio Murciano de Salud, Gerencia Area 1 Murcia Oeste, Plan Regional de Drogas, AECC, Asociación Amiga y especialmente a la Fundación Roger Torné en su ayuda para la difusión.

Aparte del objetivo claro de mejorar la calidad de vida de las y los supervivientes de Cáncer de Mama, el documento tiene un objetivo preventivo. ¿Podría resumirnos cuáles son los principales hábitos en la infancia que pueden ayudar a prevenir esta enfermedad en la edad adulta?

Es amplia y completa la evidencia científica que implica a los estrógenos con el cáncer de mama. El adoptar estilos de vida saludables es fundamental para disminuir la exposición y

carga a sustancias químicas estrogénicas. Algunos ejemplos prácticos para disminuir estas exposiciones desde el embarazo-infancia son:


  1. Intentar evitar las radiografías y pruebas de imagen innecesarias y exigir los protectores de mama para sus hijas cuando vayan hacer una radiografía.
  2. Aumentar la actividad física diaria en las escuelas y evitar el sedentarismo, lo que ayuda a retrasar la primera menstruación.
  3. Planificar el embarazo, evitar el consumo de alcohol y tabaco.
  4. Llevar una dieta ‘más vegetariana’, a ser posible de origen ecológico u orgánico de alimentos naturales frescos.
  5. Reducir el consumo de grasa y carne roja.
  6. Prolongar la lactancia materna.
  7. No utilizar pesticidas para tratar las plagas en el hogar y jardín.
  8. Ser físicamente activos (caminar, evitar el ascensor…)
  9. Usar siempre recipientes de vidrio o porcelana para almacenar o calentar la comida (leche materna, guisos, queso…).
  10. Utilizar sartenes sin teflón.
  11. Intentar disminuir el uso de productos de limpieza en el hogar y de cosméticos, incluidos los tintes.
  12. Aumentar las medidas de protección laboral durante el embarazo (a pesticidas, derivados del petróleo…)


En el documento afirman que el 90% de los cánceres de mama se relacionan con factores medioambientales. ¿Cuáles son esos factores? ¿Se pueden evitar?

Cáncer de mama hereditario y medio ambiente. Foto: "Recomendaciones Dietéticas, Ejercicio Físico y Medio Ambiente para las y los Supervivientes de Cáncer de Mama"

En la respuesta anterior se pueden intuir los principales factores de riesgo. La exposición a sustancias hormonalmente activas (similar a los estrógenos) durante el embarazo incrementa el riesgo de cáncer de mama en la descendencia. Esto se sabe a partir de las hijas de madres tratadas con un fármaco con afinidad por los receptores estrogénicos (dietilestilbestrol) que se utilizó durante décadas.

Desde la década de los 40 ha crecido el ritmo de contaminación química por estos alteradores endocrinos y por estilos de vida globalizadores (alcohol, tabaco, sedentarismo, dietas hiperproteicas ricas en productos animales…) que incrementan de forma exponencial la presencia de sustancias hormonalmente activas. Muchas se acumulan en los tejidos grasos y su concentración aumenta en la cadena alimentaria. De esta forma, los alimentos de origen animal en general tienen las concentraciones mucho más elevadas. Otras no se acumulan pero su exposición es diaria y persistente. La principal fuente de exposición a muchas de estas sustancias es a través de la dieta y los productos de consumo (higiene, limpieza, cosmética, plásticos…).

Algunas de las sustancias químicas disruptores estrogénicos son el alcohol y el tabaco, algunos pesticidas de uso agrícola o para plagas, aceites industriales, dioxinas procedentes de centrales térmicas y de la industria, bisfenol-A (utilizado en plásticos y resinas), parabenos (presentes en los productos de higiene o cosmética), alquilfenoles (que componen los plásticos, pinturas, detergentes…). Las radiaciones inonizantes de origen médico en niñas y adolescentes es un factor de riesgo adicional.

Son conocidos los efectos positivos de la lactancia materna en la salud de los niños tanto durante la infancia como en su vida adulta posterior, pero no lo es tanto que la lactancia materna ayude a prevenir el Cáncer de Mama. ¿Cómo se explica esta relación?

Dar el pecho disminuye el cáncer de mama. Cuanto más dura la lactancia el efecto es mayor. Al mismo tiempo disminuye de forma global el riesgo de cáncer infantil en el hijo o hija amamantado. Los embarazos y la lactancia materna permiten la maduración-diferenciación del tejido mamario, aumentando la resistencia a carcinógenos y retrasando el restablecimiento de la menstruación. Algunos autores sugieren que el embarazo y lactancia son vías de reducción de la carga corporal de sustancias químicas que actuarían como ‘estrógenos no naturales’.

¿Qué lugar ocupa la actividad física en la prevención del cáncer de mama?

"La actividad física disminuye el riesgo de cáncer mama en un 20%"

La actividad física o mantener una vida físicamente activa desde la infancia disminuye el riesgo de cáncer de mama en un 20%. Incluso después del diagnóstico ayuda a las pacientes a vivir más y mejor. La actividad física regular después del diagnóstico disminuye las recaídas un 24% y un 34% la mortalidad. Desde la infancia a la vida adulta el llevar una vida físicamente activa o deporte de forma regular es bueno y beneficioso para prevenir y luchar contra el cáncer de mama.

¿Qué factores medioambientales están amenazando a la salud infantil? ¿qué podemos hacer para proteger la salud de nuestros niños y niñas?

Los niños necesitan lo que yo identifico como los ‘4 combustibles básicos’ para la vida: aire limpio, agua sin trazabilidad de sustancias indeseables, alimentos libres de sustancias químicas y a ser posible de producción ecológica y, finalmente, los niños necesitan cariño y buenos pensamientos. Aire, agua, alimentos y pensamientos libres de cualquier tipo de tóxico es la mejor garantía para construir adultos sanos y robustos.

Cualquier alteración del equilibro de los combustibles básicos anteriores va a afectar a la salud de los niños. En España, el contaminante del aire más importante es el tabaco. Además, en muchas ciudades y áreas periurbanas la contaminación atmosférica por la industria y tráfico motorizado. La calidad de las aguas que se beben en muchos puntos de España también merece una atención especial. El uso de pesticidas y fertilizantes en la agricultura o incluso en la casa o el jardín también constituye un riesgo importante. La ‘glotonería’ y el ‘sedentarismo’ vulneran los sistemas de autodefensa y convierten al niño en un sujeto más vulnerable anticipando las enfermedades crónicas de la vida adulta.

¿Cuáles han sido las conclusiones más importantes a las que han llegado los pediatras e investigadores de su Unidad en los años de trabajo que llevan desarrollados?

Yo lo resumiría en 3 puntos:

a) La mayoría de las enfermedades ambientalmente relacionadas que vemos en nuestra consulta son fácilmente prevenibles.

b) Incluso después del diagnóstico, se puede hacer mucho por mejorar la calidad ambiental y de vida.

c) Es la ignorancia y no la malicia el paradigma de nuestra sociedad a la hora de enfrentarse a los riesgos medioambientales. Generar conocimiento y transmitirlo a la población es nuestro mejor servicio. Una sociedad informada es capaz de decidir mejor su futuro.

PEHSU Murcia 2011. De izq. a dcha. Mónica Esquerdo-Laib, David Simo Buendía, Miguel Martínez Aroca, Carmen Alicia Cánovas Conesa, JA Ortega-García, Rosa Sánchez García, Miguel F Sánchez Sauco, Damián Sánchez Martínez

¿Coinciden dichas conclusiones con acciones emprendidas por las administraciones para proteger la salud infantil?

El cambio será lento. Pero la creciente conciencia social de la relación entre salud y medio ambiente es el principal motor de cambio. La clave para mejorar la salud medioambiental de los niños y niñas son las personas. Encontrar personas capacitadas y motivadas para llevar acabo estas transformaciones a todos los niveles es clave. Esto incluye a políticos valientes y capacitados mínimamente para entender que el mejor regalo para la infancia, para una sociedad cada vez más sensibilizada y dar sentido a la actual sinrazón, pasa por unificar y construir una Superconsejería o Superministerio de Salud y Medio Ambiente. Al tiempo, ya verán como estas dos administraciones encuentran el nexo. Se lo debemos a nuestros hijos.

Adicionalmente, respecto al cáncer de mama, además de las tareas para individuos y colectivos, las acciones de los gobiernos aumentando el control y prevención que disminuya la presencia de estas sustancias indeseables ‘hormonalmente activas’ en el ambiente es mas que necesario.

¿En qué medida considera necesario y/o importante la difusión de su trabajo en medios divulgativos como Inspira?

Fundamental. Toda piedra hace pared. Ustedes son una ‘inspiración’ en todos los sentidos, he seguido desde Murcia y con atención su trayectoria y me parece un ejemplo claro a seguir. Ustedes ya forman parte de ese nuevo modelo de relación salud-medio ambiente que emergerá tras esta crisis.


Publicado por Gloria Valdivia

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