Cada verano abre las puertas a la realización de mega eventos en espacios al aire libre, provocando un impacto importante con la consecuente generación de basura.
Lo destacable es que la apuesta por el reciclaje y reducir la huella que generan las aglomeraciones de público en el medio ambiente, pareciera marcar una tendencia que llegó para quedarse.
El verano ofrece una amplia gama de eventos al aire libre para quienes desean disfrutar de un panorama entretenido en la ciudad. Festivales de teatro, ciclos de cine y talleres artísticos, son algunas de las actividades que se desarrollan. Pero éstas, inevitablemente, se traducen en la intervención de espacios abiertos, generando residuos sobre los cuales se debe planificar una gestión de retiro.
Lo positivo es que cada vez es mayor la importancia que las personas le dan a mantener espacios limpios y cuidar el ambiente. “Esta tendencia puede observarse en las acciones que desarrollan los organizadores de eventos al aire libre”, explica José Andrés Lemon, subgerente de servicios comerciales y aseo industrial de Demarco.
Lemon asegura que este compromiso surge debido a que los asistentes valoran de manera muy positiva el contar con espacios habilitados para disponer los residuos y, mucho más aún, que se pueda reciclar directamente. Destaca que lo más relevante en estos casos es promover la responsabilidad individual en la generación de residuos. Es decir, que las personas vayan dimensionando paulatinamente, cuánta basura producen, la urgencia de reducir esa cantidad y que lo que botan pueda ser reciclado.
El enfoque que están adoptando los grandes eventos al aire libre está avanzando en esa línea. El más reciente es Open Star, actividad de cine al aire libre que culmina este domingo y que se realiza cada verano en el Parque Bicentenario de Vitacura, hasta donde concurren más de 35 mil personas.
La propuesta incluye una pantalla de 420 mts2, cuatro veces más grande que una de cine convencional. Para medir el impacto, esto equivale a reunir en unos días a las personas que habitan un edifico de 6 pisos. “El año pasado incorporamos espacios para reciclar, con mensajes alusivos a la responsabilidad con el entorno y tuvimos buena respuesta. Logramos reciclar media tonelada de vidrio, 120 kilos de botellas plásticas y un porcentaje menor de latas de aluminio. Para este año consideramos parámetros para prevención del residuo y fomento del reciclaje, con islas recicladoras que se iluminan con luz LED de carga solar”, detalla el representante de Demarco.
Esta fórmula de diversión al aire libre, responsable con el medio ambiente, se desarrolla con éxito en el verano de Zurich, Düsseldorf, Lisboa, Dubai, Río y Madrid.
Otro de los eventos que marca pauta en reciclaje es Lollapalooza, que en 2012 logró reciclar 7,5 toneladas de residuos generados por los asistentes al evento.
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