18 de julio de 2012

La salud respiratoria infantil y el contacto con la naturaleza en Río+20

Rueda de prensa: Gro Harlem (derecha), Tarja Halone and Yuan-Tseh Lee

El conjunto de acuerdos y los consensos alcanzados por Naciones Unidas y todas las partes asistentes a la conferencia de RIO+20 celebrada el 20-22 de junio en Rio de Janeiro (Brasil), y de la que nos hicimos eco en el número de mayo de Inspira, se presentan en el documento final publicado con el título “El futuro que queremos”. Como principal conclusión podríamos destacar la afirmación de que el desarrollo sostenible pasa por la erradicación de la pobreza.

La pobreza es considerada el principal problema al que se enfrentan las generaciones actuales y, quizás con mayor preocupación, las generaciones futuras si no se remedia. Conscientes de la necesidad de reducir los efectos intrageneracionales e intergeneracionales de la pobreza y bajo el amparo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Asamblea de Naciones Unidas defiende el derecho al desarrollo y a un nivel de vida adecuados, ratificándose en el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015.

Entre otras cuestiones que han sido analizadas más profusamente en esta Conferencia y que se refleja en el documento final de Naciones Unidas que se desprende de la Conferencia Río+20, se encuentra la relativa a la “Salud y población”, lo que ha llamado nuestra atención puesto que entra en uno de los ámbitos de interés de la Fundació Roger Torné.

En primer lugar, se hace referencia explícita a la incidencia de los factores sociales y medio ambientales en la salud, sosteniéndose la necesidad de favorecer aquellos ambientes más saludables. Y en segundo lugar, declara que las enfermedades no transmisibles como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes, constituyen uno de los principales obstáculos al desarrollo económico sostenible del siglo XXI. Entre otros aspectos, se reconoce la importancia del control de la contaminación atmosférica y del agua para conseguir mejorar la salud.

Rueda de prensa recordando la actual negociación

Paralelamente a los acuerdos alcanzados por las partes en la Conferencia Río+20, se ha promovido entre sus participantes la presentación de propuestas de particulares que constituyan compromisos voluntarios que favorezcan el desarrollo sostenible en todos los ámbitos. Hasta el momento, la Asamblea de Naciones Unidas ha recibido 718 propuestas, entre las cuales, nos parece de interés la titulada “El Derecho del Niño a disfrutar de la Naturaleza y de un Medio Ambiente saludable” promovida inicialmente por el Dr. Annelis Henstra, abogado especializado en derechos humanos y el Comité Nacional de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza de los Países Bajos (IUCN NL).

El objetivo último de esta propuesta es incluir el derecho del niño a disfrutar de la naturaleza y de un medio ambiente saludable en la Declaración de los Derechos del Niño. Para ello se ha creado una asociación, con el mismo título (http://righttonature.org/) y que pretende fortalecer este objetivo. El compromiso es concienciar de la importancia que tiene para el niño el contacto con la naturaleza puesto que le beneficia en su salud física y psicológica, pero también contribuye a que valore y respecte la naturaleza. Asimismo, esta asociación se hace eco de los resultados de las investigaciones realizadas que muestran los efectos perjudiciales que tiene para un desarrollo saludable del niño su desconexión de la naturaleza, conociendo que actualmente el cincuenta por ciento de la población mundial vive en ciudades y que para el año 2050 se estima que esta cifra ascenderá hasta el setenta por ciento.

Nos parece interesantísima esta iniciativa. La importancia que tiene el contacto del niño con la Naturaleza ha sido muchas veces divulgado por la Fundació Roger Torné. De hecho, el objetivo de las colonias de verano Airea que organiza la Fundación Roger Torné, dirigidas a niños y niñas entre 5 y 13 años, es precisamente que los niños y sus familias comprueben in situ los efectos beneficiosos para la salud, entendida en modo amplio, disfrutar de la Naturaleza. Por este motivo, aunque de manera especial Airea está dirigido a niños y niñas con problemas respiratorios leves o necesidades específicas, también tiene entre sus destinatarios a niños y niñas sin enfermedad específica alguna. El resultado final es que todos los niños y niñas sin excepción mejoran su salud física y psíquica al final del campamento y además aprenden a disfrutar del contacto con la naturaleza.

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