Una parte importante de la contaminación ambiental que respiramos día a día, proviene de millones de vehículos que circulan diariamente por las calles y carreteras de todo el mundo. Y en este ámbito los autos eléctricos se presentan como una solución real y sostenible.
La historia de los automóviles eléctricos no es nueva, pero solo en los últimos años se ha podido apreciar su completo potencial como una forma de reducir las emisiones de CO2. Por ello la industria del automóvil está haciendo esfuerzos por construir vehículos eléctricos, que no producen emisiones de CO2 como tal, aunque la energía que utilizan se genere en centrales que sí expulsan dióxido de carbono.
Los avances tecnológicos han permitido que hoy existan vehículos comerciales con autonomías y rendimientos que pueden competir con los de un automóvil a combustión, pero todavía están enfocados a consumidores que están dispuestos a sacrificar autonomía, pero a cambio aportan activamente a generar un cambio en la conciencia ecológica.
No solo se trabaja en mejorar el rendimiento de estos autos, sino también en la forma en que se consigue la energía eléctrica para hacerlos funcionar, ya que actualmente gran parte de esa energía proviene de fuentes contaminantes, como plantas a carbón. Carreras de autos solares, como la que se realizado hace algunos meses en el desierto de Atacama, son incentivos importantes para integrar la energía solar y alto rendimiento en la nueva generación de vehículos.
El almacenamiento de energía también es un punto fundamental en el desarrollo de esta industria, y al las baterías de litio parecen ser la solución, ofreciendo una gran capacidad de carga en un espacio reducido y con poco peso.
Es solo cosa de tiempo para que nos acostumbremos a esta nueva generación de automóviles que prometen cambiar la forma en que recorremos las calles.
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