La idea es conformar un mercado donde los usuarios finales puedan acceder de modo más fácil a las energías verdes, es decir, que quienes prefieren ese tipo de generación paguen directamente por ellas
Comprar Energías Renovables No Convencionales (ERNC) directamente a nivel residencial dejará de ser un imposible en pocos años más. Y ya se está trabajando para aquello.
Hace varios meses que los expertos Juan Carlos Olmedo y Fernando Cubillos, a través de la firma Antuko Energy, están elaborando una propuesta para aplicar y hacer operativo el denominado multicarrier eléctrico a nivel nacional. De hecho, el Ministerio de Energía también está licitando un estudio para determinar cómo podría funcionar un sistema de esta naturaleza, que implica separar la distribución de la energía de su comercialización.
Según Olmedo y Cubillos el tema está cobrando importancia. A nivel de gobierno, esto se ha estudiado en la Comisión Asesora para el Desarrollo Eléctrico (CADE) que en pocas semanas más entregará sus recomendaciones.
En tanto, la propuesta de Olmedo y Cubillos es clara: impulsar algunos cambios legales -que ya están identificados- y tecnológicos -que son sencillos de aplicar- que desencadenen una de las reformas más importantes que podría experimentar la industria en los próximos años. Esto, porque se conformaría un mercado retail de energías verdes, donde los usuarios finales puedan acceder de modo más fácil a ellas.
La explicación es simple: el desacoplar la distribución de la comercialización generaría competencia en distintos frentes. Por un lado, habría más empresas vendiendo energía a los usuarios finales. Por otro, las generadoras de energías verdes tendrían más posibilidades de suministrar estos bloques de energía.
Los más importante, dicen los expertos, es que “se alinean los incentivos del cliente con los de su empresa comercializadora. En un retail verde uno tiende a entregar servicios, no necesariamente al vender más electricidad”, señala Olmedo.
Otro cambio que se introduciría es la creación de un administrador del sistema, que se encargue de introducir las mejoras tecnológicas -a través de medidores digitales- y ver las facturaciones.
Fin de las barreras tecnológicas
Fuera de los aspectos legales que habría que reformar, el tecnológico tiene fácil solución. El punto central -explican Olmedo y Cubillos- es el introducir la utilización de un medidor digital. La gran diferencia con el analógico que se usa actualmente, es que este permite visualizar consumos de forma instantánea, así como establecer en qué horarios se realizan.
Otra mejora que permite, es introducir la modalidad de prepagos de energía. Con esto, los usuarios pueden planificar mejor su consumo y establecer ahorros.
Además, con un conocimiento más acabado de cómo es la demanda, las empresas comercializadoras podrán vender planes ad hoc. Es en este punto donde las energías verdes cobran importancia.
Cuando una empresa logra agrupar clientes y genera bloques de energía, puede acordar con generadoras de energías verdes el suministro de esos clientes. Así, los productores eólicos, solares u de otro tipo podrán venderles su energía de forma más directa. Y se verá quiénes realmente están interesados en pagar por ellas.
Por df.cl
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