Chile está emplazado en la cordillera de los Andes, la mayor cadena volcánica de la tierra y con numerosas manifestaciones termales. La Asociación Chilena de Geotermia (Achegeo) estima que cerca más del 10% de los volcanes activos, se encuentran localizados en el territorio nacional, condición que permite la presencia de numerosos yacimientos geotérmicos. De hecho, el Ministerio de Energía estima que su potencial de generación en el país es de 16.000 MW.
Asimismo, la energía geotérmica no es intermitente, es ambientalmente más amigable que muchas otras fuentes de energía, tiene un alto factor de planta, madurez tecnológica y bajos costos operacionales.
Sin embargo, el presidente de Achegeo, Fernando Allendes, señala que hay una serie de barreras que limitan el desarrollo de esta fuente de energía, las cuales están centradas principalmente en las incertidumbres y riesgos de inversión que existen en la etapa de exploración. Como el monto de US$ 47 millones como un seguro de contingencia en exploración que tiene contemplado destinar el gobierno, el cual aún no se encuentra activo
El presidente de la asociación explica que la agilización de concesiones geotérmicas es clave en el desarrollo de esta energía. “Esto es como un ‘embudo’ porque en la medida en que existan muchas exploraciones en curso, en los años venideros, vamos a tener mayores resultados positivos”.
Otro de las principales limitaciones que enfrenta el sector de la geotermia es la carencia de recurso humano especializado “por lo cual constituye una de nuestras principales preocupaciones, ya que la falta de especialistas genera un cuello de botella para seguir adelante en la fase de exploración. En ese sentido, estamos en contacto con los centro de investigación de universidades con la finalidad de difundir e incentivar la geotermia entre los futuros profesionales”, sostiene el dirigente gremial.
La energía geotérmica aún no logra abrirse camino en la matriz energética de Chile, pero los pasos a seguir en el futuro son generar conocimiento en torno a esta industria nacional a nivel social y destrabar los procedimientos que impiden su desarrollo, estimular mediante instrumentos e incentivos a los inversores para desarrollar los reservorios geotérmicos entregados en concesiones en el país; paralelamente mejorar las legislaciones existentes, en línea con los mecanismos utilizados internacionalmente, y facilitar la creación de servicios auxiliares en torno a la energía geotérmica.
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