17 de abril de 2011

Los ecoparques o puntos limpios


Es bien sabido por todos lo que ha pasado en el país como consecuencia de las lluvias del último semestre del año pasado. Miles de ciudadanos que han quedado sin hogar han sido distribuidos en ministerios, edificios expropiados, carpas, museos y escuelas. Una medida de crisis que colapsa aún más nuestras ciudades carentes de planificación urbanística. Ahora se suma la posibilidad de abarcar los parques industriales para construir las viviendas, pese a que muchos expertos alegan la violación de normativas de zonificación, la falta de servicios públicos de tales áreas y otras consideraciones más. Es inevitable que ante estas situaciones pensemos en los adelantos que tienen otros pueblos y que resultan definitivamente iniciativas envidiables que apuntan a la creación de ciudades más cercanas a posibilitar el desarrollo humano. Una de estas ideas, que suele precisamente ubicarse en áreas industriales, es el llamado ecoparque o punto limpio. Se trata de un centro diseñado y construido para recibir residuos específicos de la comunidad, donde se separan y seleccionan, para posteriormente reciclar todo lo posible, incluyendo la transformación de la materia orgánica.

Generalmente los ecoparques deben contar con un área extensa y de fácil acceso a los ciudadanos que llevan sus residuos. Constan de un edificio o almacén para el proceso de separación y almacenamiento y tal vez una caseta de vigilancia. Los más sofisticados pueden contar con salones para talleres de educación ambiental, zonas verdes de esparcimiento, estacionamientos, áreas destinadas a objetos domiciliarios voluminosos (como colchones), vías de circulación interior y espacios especiales para residuos de riesgo (como pilas, radiografías, o tubos fluorescentes). En cuanto a las normas, sólo se permiten los desechos de comunidades, no los industriales, ya que las empresas deben generar sus propios mecanismos de gestión, los ciudadanos deben clasificar previamente la basura en sus hogares, el transporte lo realizan directamente los particulares (la colectividad se organiza a tal fin), existe un contenedor específico para cada material y cada ciudadano puede depositar en estas instalaciones un número determinado de unidades por residuo o de kilos según sea el caso.

Con la creación de ecoparques lo que se busca es canalizar eficientemente la recogida de residuos domésticos (escombros, restos de poda y jardinería, muebles, electrodomésticos, etc.) evitando así la proliferación de puntos con vertidos incontrolados que no pueden ser levantados por el sistema gubernamental local de limpieza y centralizar la recogida de los desechos altamente contaminantes y peligrosos que no deben ser mezclados. Estos puntos limpios lógicamente dependen de la existencia de plantas especializadas hasta donde deben llevarse los elementos para separarlos, recuperarlos y reciclarlos y luego convertirlos en materiales que se pueden reutilizar. Estas empresas transformadoras son negocios altamente rentables que han descubierto el potencial de la basura. Sólo el porcentaje que no es aprovechable se lleva a un vertedero controlado.

Aunque algunas opiniones indican que la existencia de estos centros no necesariamente influye en la cultura conservacionista de los habitantes, la proliferación de puntos limpios en algunos países alienta la esperanza. Para estimular la conciencia o el posible desgano de las comunidades, se han puesto en práctica algunas ideas muy llamativas para el ciudadano como la rebaja impositiva o de tarifas de servicios públicos a “quien más recicla” y la creación de concursos y premios para los héroes urbanos que promueven estas actividades mediante las redes sociales o la ayuda voluntaria en escuelas y calles. España es el país donde se ha desarrollado con mayor énfasis esta iniciativa, en casi todas las ciudades existen puntos limpios tanto fijos cómo móviles (pequeños camiones que despliegan contenedores en un determinado horario por calle). En ciudades como Barcelona y París, donde existen desde hace unos diez años, estos centros de acopio y compactación se han integrado con áreas verdes y de recreación. También se cuentan experiencias interesantes en Latinoamérica, en México y Chile. En este último, se proyecta realizar un ecoparque en un área llamada La Florida, que además de ahorrarle a la municipalidad un 10% de lo que gasta en gestión de basura, incluirá canchas deportivas y zonas de entrenamiento de perros, contará con un anfiteatro al aire libre y una ruta de ciclovías.

Ejemplos de lo que se puede depositar en un ecoparque o punto limpio:

  • Aceite de fritura
  • Aerosoles y pinturas, fluidos de automóviles
  • Bombillos
  • Electrodomésticos en desuso
  • Escombros
  • Juguetes
  • Medicamentos
  • Muebles
  • Papel y cartón
  • Pilas
  • Radiografías
  • Restos de poda y jardinería
  • Restos orgánicos (comida)
  • Ropa usada

@ideagenial

1 comentario:

Blanca Isabel Delgado Erazo dijo...

En todas las ciudades o pueblos de Colombia deben existir los parques o puntos verdes.En cada barrio y en cada unidad residencial deben existir los puntos verdes para separar los residuos líquidos y sólidos.Es muy importante estimular a los ciudadanos rebajando el costo de los servicios públicos o impuestos como lo hacenen otros paises.

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