Nuevamente hemos sido victimas de los altos precios que ha alcanzado el petróleo en el mundo entero, y como es de costumbre, solo nos queda esperar que la situación mejore, ya que obviamente, poco o nada, podemos hacer los países pequeños de Latinoamérica.
Esta situación deja de manifiesto una vez más lo vulnerables que somos ante cambios radicales que pueden tener los mercados de los hidrocarburos, y lamentablemente, la situación que se vive en el mundo árabe, donde se concentra gran parte de la producción de petróleo, solo hace prever tiempos aún más difíciles.
Estos son los momentos en que urge resaltar el papel estratégico de las energías renovables no convencionales, especialmente tomando en consideración que las inversiones en el sector energético son a largo plazo, lo que nos indica que las mejores decisiones se tomaran pensando a futuro, y no considerando la rentabilidad económica que se puede obtener en el corto y mediano plazo.
La autonomía energética es algo que se ve lejano en un país como Chile, pero la única forma de reducir nuestras importaciones de hidrocarburos, es generar nuestra propia energía en base a las fuentes renovables que tenemos disponibles.
Para lograr esta transición es necesario actuar hoy mismo, y no esperar a que Estados Unidos, Europa o China tomen la iniciativa, de lo contrario estaremos nuevamente un paso detrás, importando tecnología y buscando capitales extranjeros para explotar un recurso que debemos aprovechar desde este minuto.
Pato
No hay comentarios:
Publicar un comentario