Este es el segundo año en que el personal de nuestra oficina en Santiago calcula su huella de carbono. Durante el primer año (2008-2009) pudimos establecer una base de comparación. Esta alcanzaba el equivalente a un total de 553 toneladas CO2. Bastante para una Misión compuesta por 50 personas. Nos sentamos y analizamos en qué estábamos inútilmente emitiendo CO2.
Creo que para una persona que deba reducir sus emisiones, el medir la huella de carbono es como un doctor que le solicita una radiografía a su paciente. Pero, gracias a la medición de la huella, pudimos planificar en forma estratégica cómo reducir nuestras emisiones, establecer metas y comenzar a motivar al personal para que participara.
¿Y funcionó? ¡Por supuesto que sí! La segunda medición de nuestra huella de carbono arrojó el equivalente a 401 toneladas de CO2, lo cual significó una reducción del 27%. Este esfuerzo estuvo liderado por el Equipo Verde (el 'Green Team') que trabajó arduamente para llevar adelante el Plan de Acción Verde diseñado por quien escribe y aprobado por el Ministro Consejero y el Embajador el año 2009.
Y esto no ha sido sólo un triunfo para el medio ambiente. El reducir las emisiones de CO2 de la Misión también ha significado reducir el consumo de prácticamente todo, ¡energía, agua, gasolina, etc.! En un año, la reducción del 27% de CO2 generó un ahorro para nuestra Misión de 12.047 libras esterlinas. La cifra podría probablemente ser mayor si incluyese los vuelos aéreos y el transporte (porque ahorramos mucho en esas áreas también) pero en realidad solo considera servicios.
Con este logro, Santiago se suma al esfuerzo de reducir las emisiones en un 10% para el año 2010. Ahora estamos en una excelente posición para caminar hacia el lugar en que se está realizando el lanzamiento de la campaña 10:10. ¡Lo logramos! ¡Lo difícil será continuar reduciendo las emisiones o incluso mantenernos en el nivel de 400 toneladas de CO2 anuales! Ya viene el Plan de Acción Verde II.
Por Pablo Retamal
Agregado de Cambio Climático en la Embajada Británica en Chile, tiene encargado aconsejar al Gobierno Británico sobre esta materia. Además de ver los temas políticos relacionados al cambio climático también se ocupa de la sustentabilidad de la embajada en Santiago.
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