29 de diciembre de 2010

El lado EVERDE de: Rodrigo Cienfuegos



Soy profesor del Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental de la Pontificia Universidad Católica de Chile desde el 2006. Hice un doctorado en Francia en temas relacionados con la ingeniería de costas y desde entonces he estado desarrollando investigación que busca mejorar nuestra capacidad de entender diversos procesos físicos que gobiernan la evolución de nuestras costas. Recientemente me he interesado además por las oportunidades que presenta el mar para el desarrollo de proyectos de Energías Renovables No Convencionales, tanto en oleaje como en mareas.

¿Cuál es tu visión de las energías renovables en Chile?

Pienso que tenemos mucho espacio como país para hacer aportes relevantes en materia de energías renovables. Tenemos recursos significativos en energía hidráulica, solar, eólica, geotermia, marina. Hemos sido bastante cautos hasta ahora y no hemos sabido impulsar en forma sustantiva los desarrollos necesarios para comenzar a aprovechar estas fuentes en forma adecuada, en gran medida debido al temor que existe de generar aumentos en los costos de generación que castiguen el desarrollo productivo del país. Sin embargo, creo que hay señales positivas que indican que la problemática energética tendrá que ser analizada en forma más amplia incorporando factores no considerados hasta ahora. Es necesario incorporar en la evaluación de los proyectos energéticos las externalidades negativas que pueden tener en la salud, el medioambiente, la imagen país, la competitividad de nuestras exportaciones. Además es importante tener en cuenta que apostar por nuevas formas de energía limpia requiere necesariamente hacer inversiones en Investigación y Desarrollo a nivel país que pueden generar nuevos conocimientos y empresas tecnológicas. En definitiva falta cambiar el switch y redefinir algunos paradigmas.

¿Cuál es tu mayor aporte al medioambiente?

Como ingeniero e investigador, quiero contribuir a mejorar el conocimiento existente respecto del funcionamiento de sistemas naturales complejos y las consecuencias que las actividades humanas pueden tener sobre ellos. En este sentido, el desafío es nuevamente ampliar los frentes de evaluación incorporando más y mejores argumentos técnicos a las discusiones políticas y ciudadanas que se desarrollan en la sociedad. Como docente, también siento una gran responsabilidad en la formación de nuevos ingenieros que deberán contribuir y liderar muchos de los desafíos que como país tenemos que enfrentar. Es importante que no sólo estén preparados al más alto nivel técnico, sino que también tengan conciencia de los problemas que nuestra sociedad debe resolver y el ámbito de acción en el cuál ellos están llamados a diseñar soluciones. El medioambiente y el problema energético son dos ejemplos claros de aquello.


¿Qué le falta a Chile para ser un país con conciencia medioambiental desde el punto de vista energético?

Falta ampliar la discusión y desideologizar el debate. Es importante que el país pueda decidir en forma conciente el destino de sus inversiones energéticas y poniendo en la balanza los beneficios y costos de las distintas alternativas energéticas. Se necesita en forma urgente un plan de desarrollo nacional que no sólo dependa de la buena voluntad de las empresas privadas. Si bien se han hecho grandes avances en materia de institucionalidad ambiental, da la impresión de que aún ella está un tanto rezagada respecto de las expectativas de un sector cada vez más importante de la ciudadanía. La gente está ávida de información y está cada vez más sensible a las problemáticas ambientales, falta que el Estado se haga cargo de ésto.

¿Qué piensas del rol del Estado en el desarrollo energético de Chile?

Debe actuar en forma responsable pero también tiene el deber de mirar más lejos. El Estado puede ser más audaz y comprometerse en mayor medida con el desarrollo de nuevas tecnologías de generación limpia. Creo que hay importantes signos que muestran cambios importantes en esta dirección.

¿En qué proyecto estás trabajando actualmente? ¿De qué se trata?

Estamos partiendo con un proyecto FONDEF de I&D que busca estudiar en forma seria y responsable la factibilidad de aprovechar las corrientes del Canal de Chacao para generar energía eléctrica. Es un gran desafío que involucra investigadores y profesionales de la Universidad Católica, el Instituto Nacional de Hidráulica y la empresa HydroChile, impulsora del proyecto. El equipo incluye especialistas en ingeniería mecánica, eléctrica, hidráulica, oceanografía y biología marina. Esperamos aprender lo suficiente como para instalar en un plazo de 3 a 5 años los primeros prototipos de generación de energía y hacerlo con un buen nivel de conocimiento tanto de las tecnologías existentes como de las potenciales interferencias que ellas puedan producir en el medioambiente. Si nos entusiasmamos y nos va bien, por qué no pensar en desarrollar nuestra propia tecnología en Chile. En el tema de energías marinas la cancha no está rayada y Chile tiene una linda oportunidad de embarcarse a tiempo.

¿Algún consejo o frase verde?

Esta de Francis Bacon me gusta bastante :
“Para gobernar la naturaleza es preciso obedecerla”

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