También denominado oxo degradable, son materiales que desarrollan la descomposición vía un proceso de etapas múltiples usando aditivos químicos para iniciar la degradación. La primera etapa de degradación puede ser iniciada por la luz ultravioleta (UV) de la radiación solar, calor y/o tensión mecánica que inicia el proceso de degradación por oxidación. De ésta manera se reduce el peso molecular del polímero debido a la ruptura de las cadenas moleculares quedando un remanente con suficiente bajo pero molecular que sería susceptible de desarrollar un proceso de biodegradación con el tiempo.
Aunque esta tecnología y sus productos no son nuevos desde su aparición en los años 80 han surgido muchas dudas al respecto a sí son verdaderamente biodegradables según las normas internacionales de biodegradación que estaban creadas y definidas para otra familia de materiales.
Actualmente está en proceso de publicación varias normativas acerca de los productos oxobiodegradables, así mismo existen dudas de que los residuos que quedan luego de la degradación tengan efectos tóxicos para el medio ambiente provocado por residuos metálicos con potencial toxicidad, aunque este punto no ha podido ser aún demostrado. Los polímeros oxobiodegradables se pueden reciclar mezclados con polímeros comunes hasta concentraciones superiores al 10 % sin que afecte significativamente la degradación del mismo.
Dadas estas referencias dicha tecnología hoy nos muestra productos como las bolsas de supermercados a las cuales debemos dar un uso totalmente ecoamigable, recordemos que muchas veces en nuestras compras incluimos paquetes de bolsas para desechos y nos olvidamos de las que contienen nuestros artículos que llevamos al hogar. Aunque para bien o para mal este proceso tiene sus pro y sus contras, muchas empresas e industrias quieren intentar no afectar el planeta, ellas buscan colaborar y estar a la vanguardia de una tecnología más verde y amigable. Sin embargo sabemos que todo tiene su trasfondo y en el peor de los casos unos cuántos cambios dentro de un mundo tan industrializado no marcan la diferencia.
Pero por ahora contamos con estas propuestas que ya están materializadas y sólo nos queda juzgar sí es realmente conveniente, convincente y sobre todo una verdadera solución o no.
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