18 de agosto de 2010

Chile a carbón.

Está en el clímax la discusión, o más bien la decisión de aprobar la construcción de la termoeléctrica de Barrancones, perteneciente a la empresa GDF Suez. Esta termoeléctrica de 600 MW pretende instalarse en el borde costero a escasos kilómetros de uno de los últimos paraísos de Chile, Punta de Choros.

Sin dudas que nos hemos acostumbrado a situaciones similares en que grupos de activistas sociales se oponen a la construcción de termoeléctricas, y también nos hemos acostumbrado a ver como finalmente se aprueban todos estos proyectos.

Entonces ¿cuál será la solución? Está claro que no se puede dejar de producir energía, y está claro que no podemos pretender que el 100% sea ERNC, al menos en el corto y mediano plazo. Pero al parecer las empresas generadoras crean sus proyectos como provocación a la población, me cuesta entender porque se quiere construir una central a escasos kilómetros de Punta de Choros, y peor aún, porqué a carbón, el combustible más sucio y contaminante que existe en la actualidad, y que ha sido el peor enemigo del medioambiente durante décadas.

No es una sorpresa que el mundo vaya en la dirección opuesta, alejándose del carbón, pero en Chile al parecer estamos perdiendo el rumbo, apoyando una serie de MEGA proyectos a carbón, que puede ser cierto que usan mejores tecnologías que en el pasado, pero de todas formas son una amenaza y un completo desastre para su entorno.

Hoy existe la presunción de que la contaminación de estas plantas puede estar relacionada con la aparición de enfermedades como cáncer en la población. No es comprobable, pero tampoco descartable. ¿Entonces porqué se autorizan tan fácilmente?, ¿Porque no se compensa a la población que vive en las zonas aledañas a una planta de estas características? Son cosas que quedan dando vueltas, vacíos de la legislación, o simplemente “arreglines políticos”, sea como sea, estos “detalles”, cuando los miramos desde afuera parecen pequeños, pero para los afectados pueden llegar a ser en el peor de los casos la diferencia entre la vida o la muerte.

Hoy es muy fácil contaminar en Chile, solo se debe comprobar el daño (cosa muy difícil), se paga la multa correspondiente y ¡listo! Nos sentamos a esperar la próxima multa. Les aseguro que si se valoriza distinto el daño, y si se pagara directamente a los afectados (no al gobierno), la cosa sería muy distinta, y créanme que las empresas lo pensarían dos veces antes de elegir carbón por sobre las otras opciones.

Por último los dejo invitados a conocer Punta de Choros, y como se podría decir en buen chileno ¡Van a quedar locos!, les aseguro que después se van a oponer a este proyecto, y de paso también los invito a conocer Ventanas, y como también se diría en buen chileno, van a decir ¡Ni cagando al carbón!

Seria todo, espero que comenten y compartan sus opiniones.
Alonso Acuña Gavilán


3 comentarios:

@mstephiie dijo...

Lamentablemente en nuestra tierra se han ensuciado conciencias por la tecnología avanzada, pero no dejemos de luchar por el ecosistema y el turismo ecológico, aún quedan conciencias potentes para liberarnos del carbón, sé que las personas como nosotros no se rendirán y por mientras, los esfuerzos del cuidado y respeto continúan sin pausa.. siempre de pie ante todo!!

Patricia Domínguez dijo...

Es una desgracia que proyectos así sigan ocurriendo como si nada. Especialmente si son uno de los principales productores del calentamiento global.

Al final la ciudadanía tiene que defenderse de sus propias autoridades que velan más por el interés de las empresas que de nosotros mismos.

Es sólo un problema de costo instalar ERNC. Al final esto es un gran negociado. EL Presidente calla, la prensa calla. Es INACEPTABLE LO QUE ESTA PASANDO.

Lilian Ruiz dijo...

http://vimeo.com/14213537

La difusión del problema parece ser una buena vía para impedir que estas empresas se instalen con las facilidades históricas que siempre se les ha otorgado.

Comencé hace dos años trabajando el conflicto energético en la zona de Punta de Choros y luego me desplacé a Huasco para estudiar los impactos sociales que las termoeléctricas tenían cuando ya llevaban años de operación. Con impotencia me percaté de cómo la III región es el paraíso de las irregularidades empresariales en Chile...muestra de ello es también lo que pasa hoy con los mineros.

Sigamos comunicando.

Lilian Ruiz

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