23 de junio de 2010

¿Impuesto a la contaminación?

Hoy está claro en todo el mundo que el crecimiento de las energías renovables se ve perjudicado por los altos costos que éstas implican, lo que las hace poco competitivas frente a las grandes generadoras de energía: carbón, petróleo o gas.

Pero este escenario es el que se quiere cambiar en nuestro país…Al menos eso han dado a entender algunas personas de gobierno en los últimos días, anunciando que se estudia una ley de impuesto sobre las empresas que emitan altas concentraciones de CO2 y que no cumplan con las normativas medioambientales. Esto vale también para las empresas generadoras de energía (como por ejemplo las termoeléctricas a carbón, a diesel, etc.).

Sin duda que un impuesto suena muy atractivo, ya que sería un gran impulso para las fuentes de energía menos contaminantes en estas empresas. Pero por otro lado, también hay que considerar el impacto que esto causaría sobre el precio final que tendría la energía en nuestro país, que dicho sea de paso, en este momento es uno de los más altos de Sudamérica.

Sea cual sea la resolución en el tema del impuesto, creo que desde ya debe comenzarse a buscar otras soluciones al problema energético, porque no tengo ninguna duda que aunque se llegara a fijar ese impuesto a las contaminantes, cosa que dudo, de igual forma saldrán ganando las grandes empresas como Endesa o Gener. Y de igual forma el costo lo vamos a tener que pagar los que consumimos esa energía.

Isi

2 comentarios:

Claudio J dijo...

claro, capaz que después las grandes empresas le encuentren el arreglo para rebajar sus gastos o impuestos.
Más que pagar impuestos, las empresas debiesen contemplar el financiamiento de proyectos para el desarrollo de energias renovables o apadrinar a escuelas o comunidades para el aprendizaje de tematicas ecológicas y sensibilización acerca de las consecuencias de la contaminación.!!!!

Hugo Riquelme dijo...

Es verdad que un impuesto sería probablemente eludido, y también estoy de acuerdo que medidas compensatorias de apoyo a la comunidad pueden ser el mejor camino.
Me parece que lo importante es asegurar que estas empresas paguen por su daño y lo más fácil, factible y medible, es que lo hagan directamente en las comunidades que afectan con su contaminación.

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